Nutrición

Semillas de lino y chía: ¿hay un ganador?

Las semillas se han introducido recientemente en muchas pautas dietéticas y han revolucionado la nutrición. Como parte de una dieta equilibrada, ofrecen diversos beneficios al organismo. En esta ocasión presentamos las diferencias entre las variedades más famosas en la actualidad: semillas de linaza y chía.

Tienen usos casi idénticos. No obstante, se recomienda una combinación de ambos para lograr una mayor ingesta de nutrientes.

Diferencias entre semillas de lino y semillas de chía

Algunas diferencias entre las semillas de lino y las semillas de chía se pueden ver a simple vista. Los primeros son más grandes y un poco menos oscuros, de color marrón ; mientras que los últimos son negros. El sabor también varía, aunque ambos son alimentos suaves.

Debe recordarse que, a diferencia de las semillas de lino, las semillas de chía se hinchan al contacto con el agua. Esto aumenta su versatilidad en la cocina, ya que se pueden utilizar para hacer budines o batidos. Las semillas de lino, por otro lado, son más apropiadas para agregar a los productos lácteos, como el yogur o el kéfir.

¿Cuáles son sus valores nutricionales?

Las semillas de lino se distinguen por su elevado aporte calórico: aportan 534 kilocalorías por cada 100 gramos de producto. Dentro de los macronutrientes predominan las grasas y las proteínas. Son bajos en azúcar y tienen un valor significativo de fibra.

En cuanto a los micronutrientes, aportan calcio, hierro y magnesio en cantidades importantes, así como una pequeña y poco representativa dosis de vitamina C.

Las semillas de chía son más bajas en calorías: 486 kilocalorías por cada 100 gramos de producto. También contienen numerosos lípidos, casi todos insaturados. Las proteínas de la semilla de chía también tienen poco valor biológico. Aun así, están presentes en una cantidad equivalente a 17 gramos por 100 gramos de producto.

Su contenido de fibra también es significativo, superior al de las semillas de lino. Por último, hay que añadir el contenido de vitamina A y vitamina C.

Principales beneficios para la salud de las semillas de lino y chía

El consumo regular de estas semillas proporciona numerosos beneficios para la salud. Los presentamos en detalle en las siguientes líneas.

Mejor función cardiovascular

El primer beneficio es un menor riesgo cardiovascular debido al contenido de ácidos grasos omega 3. Esto se evidencia en un estudio publicado en The Cochrane Database of Systematic Reviews.

Reducción del estreñimiento.

Cabe señalar que la ingesta regular de fibra mejora el tránsito intestinal. Estas semillas reducen el estreñimiento e incluso la incidencia de algunos cánceres, como el colorrectal. Además, aumentan la sensación de saciedad, lo que lleva a comer menos.

Mejor oxigenación celular

Su contenido de hierro puede tener un impacto positivo en el transporte de oxígeno a través de la sangre. Se ha demostrado que la ingesta regular de hierro, presente en las semillas de chía y lino, reduce la incidencia de anemia. Sin embargo, la absorción es mayor cuando se administra con una dosis de vitamina C.

¿Cómo incluirlos en la dieta?

Los batidos y las ensaladas son las mejores opciones para incorporar semillas a tu dieta. También se pueden añadir a yogures o sopas, enriqueciendo así las recetas.

En el caso particular de las semillas de chía, es posible preparar budines de una forma muy sencilla; el sabor dependerá de los demás ingredientes. También puedes hacer agua con semillas de chía y varios ingredientes ricos en antioxidantes, para consumir en ayunas.

Las semillas combinan bien con las nueces cuando se agregan al yogur o al kéfir. De esta forma se obtiene una comida nutricionalmente completa. La ingesta de proteínas será significativa, al igual que el contenido de micronutrientes.

Semillas de lino y semillas de chía: alimentos saludables

Las semillas de lino y chía son buenas para la salud. Sin embargo, si tuviéramos que elegir uno, los de chía son mejores debido a la menor ingesta de calorías y el mayor contenido de micronutrientes. También son más versátiles en la cocina.

En cualquier caso, se recomienda combinar ambos y comerlos de forma habitual para disfrutar de todos los beneficios que son capaces de ofrecer a tu salud. Todo esto, sin embargo, solo si se incluye en una dieta saludable.

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