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Respirar durante el entrenamiento: ¿Por qué es difícil?

Cada día son más las personas que se dan cuenta de que la actividad física es fundamental para llevar un estilo de vida saludable. Pero no lo hagas con mucha frecuencia o de forma incorrecta, puede dificultar la respiración durante el entrenamiento físico.

La dificultad para respirar durante la práctica de deportes puede manifestarse como falta de aire, tos, estrechamiento de la garganta y sibilancias (un silbido cuando el aire pasa por la garganta).

Hay muchas otras razones por las que puede resultar difícil respirar durante el ejercicio. Los analizamos en este artículo.

¿Cuál es la función de la respiración?

La respiración tiene varias funciones, pero la más importante es asegurar las funciones fisiológicas:

  • Aporta oxígeno y CO2 a los tejidos.
  • Mantiene constante la acidez de la sangre, medida por el pH, que disminuye si aumenta la acidez de la sangre y viceversa. El pH tiene un rango estrecho entre 7,35 y 7,45. La respiración mantiene la sangre en este rango al expulsar CO2.

¿Qué es la ventilación?

Para definir la respiración es necesario conocer el concepto de ventilación y los tipos existentes. Por un lado, tenemos la ventilación pulmonar, que es el proceso por el cual el aire entra y sale de los pulmones. Este mecanismo viene dado por la activación neural de los músculos respiratorios y por las diferencias de presión entre los pulmones y el aire exterior.

Por otro lado, no todo el aire que respiramos llega a los alvéolos para producir intercambio gaseoso y transportar oxígeno a los tejidos, sino que en parte permanece en el tracto respiratorio (bronquios, tráquea, etc.). Este aire no utilizado ocupa un volumen llamado espacio muerto anatómico.

Si restamos el volumen de aire que entra por la ventilación pulmonar y el de aire del espacio muerto fisiológico, obtendremos el aire que llega realmente a los alvéolos y se utiliza para respirar. Esto es parte del mecanismo de ventilación alveolar.

Dependiendo de la forma en que respiremos, ya sea más profunda o más superficial, si es aire caliente o frío o si estamos haciendo deporte o no, la cantidad de aire que llega realmente a los alvéolos puede variar, es decir, la ventilación alveolar varía.

Aunque hay dos tipos diferentes de ventilación, ambos están representados por las mismas variables (con algunas diferencias). Este proceso se define como el volumen que entra por minuto cuando respiramos. Eso es inventado:

  • Frecuencia respiratoria: cuántas veces respiramos por minuto. En promedio, una persona sana en estado de reposo respira 12 veces por minuto.
  • Volumen corriente: es el volumen de aire que entra en una respiración. Una persona sana en reposo suele recibir 0,5 litros de aire por respiración.

Como resultado, la ventilación de una persona sana suele rondar los 6 litros por minuto.

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¿Cómo ocurre la respiración durante el entrenamiento?

Durante el entrenamiento físico, los músculos realizan dos procesos:

  • Utilizan el oxígeno que proviene de la sangre para obtener energía y poder moverse.
  • Como tienen que trabajar mucho, también obtienen energía de otros procesos que no requieren oxígeno. Producen un porcentaje de lactato, que se libera a la sangre y la acidifica.

Como resultado de estos procesos, la sangre que circula por los tejidos musculares se agota y se acidifica ; y esto puede poner en peligro el cuerpo. Para superarlo, a través de los receptores distribuidos por todo el cuerpo, el cerebro detecta estas alteraciones y se asegura de que:

  • Respiramos más rápido, aumentando la frecuencia respiratoria.
  • Esta respiración es mucho más profunda, por lo que puede ingresar más aire a los pulmones por cada respiración que tomamos, lo que significa que el volumen de aire aumenta.

Si la frecuencia respiratoria y el volumen aumentan, lo mismo se aplica también a la ventilación pulmonar y alveolar. Eso significa:

  • Llegará más oxígeno a la sangre para satisfacer las necesidades energéticas de los músculos.
  • Se expulsará más CO2, provocando la eliminación del ácido generado por los músculos y manteniendo estable el pH de la sangre como se explicó anteriormente.

Etapas de la respiración durante el entrenamiento.

Los estudios de campo establecen que hay tres fases durante la formación. En la primera y segunda etapa, la ventilación se eleva bruscamente para realizar la actividad. Al llegar a la tercera etapa, el cuerpo se adapta y la ventilación permanece estable.

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¿Por qué es difícil respirar durante el entrenamiento físico?

Si no estamos acostumbrados a hacer deporte, podemos sentirnos asfixiados al principio y este efecto es completamente normal. El sistema respiratorio debe hacer un esfuerzo extra para poder mantener todo en orden en la sangre y evitar las alteraciones explicadas en los párrafos anteriores.

Sin embargo, al continuar practicando deportes, la respiración será cada vez más fácil, a medida que el cuerpo comience a acostumbrarse a la nueva situación. Por otro lado, debemos saber que es lo mismo realizar un ejercicio de alta intensidad desde el inicio que un ejercicio que aumenta gradualmente en intensidad.

Si la potencia aumenta con el tiempo, el cuerpo no se acostumbrará y seguirá necesitando más oxígeno, por lo que respiraremos cada vez más rápido. Mientras tanto, continuaremos introduciendo el mismo volumen de aire para cada respiración.

La frecuencia respiratoria de los deportistas profesionales es mucho menor. Esto se debe a que su sistema respiratorio está acostumbrado a tomar más aire, es decir, respirar más profundamente y mantener el aire en sus pulmones por mucho más tiempo, lo que requiere menos respiraciones.

La opinión del médico es importante si nos cuesta respirar mientras hacemos ejercicio.

Si respirar durante la actividad física es complicado, en la mayoría de los casos indica que estamos fuera de práctica, pero también podría ser la alarma de enfermedades respiratorias o cardiovasculares. Es recomendable prestar atención a síntomas como:

  • Falta de aire o sensación de asfixia, tan fuerte que nos impide seguir entrenando.
  • Sibilancias al respirar.
  • Mareos o desmayos.
  • Sensación de que el pecho se expande y se retrae de forma exagerada.

Si experimenta una o más de estas dolencias, es mejor consultar a su médico para determinar si son causadas por una enfermedad. En este caso, el profesional podrá indicar el tratamiento en función del problema encontrado.

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