Nutrición

Nutrición e hidratación artificial: riesgos y beneficios

En condiciones normales, los nutrientes y los líquidos se toman por vía oral. Pero cuando las condiciones clínicas no permiten la alimentación natural, se adoptan otras soluciones. En este artículo hablamos de la nutrición y la hidratación artificiales como fuente de nutrición en lugar de alimento.

En concreto, está dirigido a pacientes con cuadros clínicos transitorios que hayan provocado pérdida de líquidos por vómitos, sudoración o diarrea, así como a pacientes con enfermedades crónicas avanzadas y terminales.

¿Cuáles son los riesgos y beneficios de la nutrición e hidratación natural? Hablamos de ello en detalle en las próximas líneas.

¿En qué consiste la nutrición e hidratación artificiales?

El cuerpo humano está compuesto por casi un 60% de agua. Una gran parte de ella se disuelve y transporta una variedad de nutrientes que realizan funciones específicas en el organismo. Es por ello que el consumo diario de alimentos y bebidas es fundamental para la salud del organismo.

La técnica de nutrición e hidratación artificial está diseñada para cubrir las necesidades nutricionales del organismo de una forma diferente a la natural. Es un soporte nutricional que no requiere que el paciente mastique ni trague. De hecho, se utilizan sondas o tubos que conectan la boca con el sistema digestivo, o catéteres que se insertan directamente en la vena.

Según los informes de MedlinePlus, está dirigido a personas que no pueden obtener suficientes nutrientes o líquidos a través de las comidas regulares. En este sentido, podría estar relacionado con un estado de desnutrición severa, dificultad para tragar, falta de apetito o mala absorción de nutrientes en el tracto digestivo.

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Tipos de nutrición e hidratación artificial

La nutrición e hidratación artificiales se dividen en 2 categorías: enteral y parenteral. A continuación describiremos en detalle las principales características de ambos.

Nutrición enteral

La nutrición enteral es una técnica de soporte nutricional que consiste en administrar nutrientes, a través de un tubo, directamente al tracto gastrointestinal.

Está indicado en los casos en que la persona necesite un apoyo nutricional individualizado y no pueda ingerir los nutrientes necesarios para satisfacer las necesidades alimentarias. Generalmente se aplica en los siguientes casos:

  • Bebés prematuros.
  • Pacientes quemados.
  • Desnutrición.
  • Pacientes con dificultad para tragar.
  • Presencia de alteraciones hemodinámicas como en el caso de las cardiopatías.

Dependiendo de la vía de administración, la fórmula a administrar y los objetivos terapéuticos, se pueden implementar las siguientes formas de nutrición enteral:

  • Sonda nasogástrica: se utiliza en los casos en los que la nutrición enteral es de corta duración. Se inserta una sonda nasogástrica o un tubo desde la nariz, que pasa a través de la garganta hasta el estómago. Si este último no lo tolera, puede llegar al intestino delgado.
  • Gastrostomía: se utiliza en programas nutricionales de más de 4 semanas. En este caso, el tubo se inserta quirúrgicamente directamente en el estómago. La gastrostomía endoscópica percutánea y la sonda PEG, son las más comunes.
  • Yeyunostomía: sigue el mismo procedimiento que la gastrostomía, con la diferencia de que la sonda o tubo llega directamente al intestino delgado.

Nutrición parenteral

En la nutrición parenteral, se usa un catéter o tubo muy delgado para administrar nutrientes y líquidos por vía venosa.

El catéter se puede colocar en una vena periférica del antebrazo o en una vena central, más cerca del corazón. Se puede dividir en 2 tipos:

  • Total o TPN: cuando es el único suministro de nutrientes.
  • Parcial: cuando solo sea un complemento de la nutrición enteral.

Generalmente está indicado para prevenir o corregir los efectos de la desnutrición en pacientes que no pueden satisfacer completamente las necesidades nutricionales orales o enterales por más de 5 a 7 días.

No se realiza por menos de una semana y debe mantenerse hasta la correcta transición a la alimentación enteral.

Nutrición e hidratación artificial: ¿que se administra?

Los nutrientes y líquidos administrados dependen del tipo de procedimiento y, sobre todo, de las necesidades y estado clínico del paciente.

  • Sondas de alimentación enteral: se utilizan para administrar agua, líquidos, fórmulas especiales de alimentos y alimentos en puré.
  • Nutrición parenteral: los nutrientes administrados deben ser de tipo simple, ya que pasan directamente a la sangre. Deben producir energía y ayudar a mantener el peso corporal. En este sentido, están indicados líquidos, electrolitos, aminoácidos como taurina y cisteína, carbohidratos como glucosa, ácidos grasos, minerales y vitaminas.
  • Emulsiones parenterales: son soluciones a base de agua, sal o azúcar. Se pueden agregar con otras sustancias como minerales.

¿Cuáles son los riesgos de la nutrición y la hidratación artificiales?

Los riesgos también varían según el procedimiento de administración (enteral o parenteral).

Sonda nasogástrica

La sonda nasogástrica puede causar asfixia o malestar, tanto durante como después de la colocación. Además, en el procedimiento de inserción podría desviarse hacia la tráquea, provocando neumonía.

El tubo también puede causar excoriación, abrasión o perforación de los conductos nasales, el esófago y el estómago. Puede ocurrir sangrado agudo o crónico. En algunos casos es necesario utilizar sujetadores para evitar que la manguera se escape. También puede causar angustia psicológica, agitación o ansiedad.

Tubo de gastrostomía

El posicionamiento se realiza bajo anestesia, por lo tanto, los riesgos están principalmente relacionados con el mismo. También puede producirse infección de la pared abdominal, peritonitis, hemorragia gastrointestinal, obstrucción o perforación intestinal. Finalmente, existe riesgo de diarrea en relación con la fórmula utilizada y neumonía por aspiración.

Nutrición parenteral

Los catéteres utilizados en la nutrición parenteral total pueden provocar infecciones e incluso sepsis. La inserción del catéter en sí también puede provocar un colapso pulmonar. Además, existe el riesgo de que los coágulos lleguen al cerebro o los pulmones, poniendo en peligro la vida del paciente.

Otras manifestaciones clínicas son: cambios en la frecuencia cardíaca, reducción de los niveles de electrolitos como potasio y sodio y caídas drásticas del azúcar en sangre.

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Líquidos intravenosos

Presentan el riesgo de infecciones localizadas o infecciones cutáneas que pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Otras complicaciones frecuentes son: tromboflebitis o coágulos en una vena, acompañadas de hinchazón y malestar.

La sobrecarga de líquidos puede provocar hinchazón de piernas, brazos y cuerpo. Son frecuentes las alteraciones como niveles bajos de sodio o potasio.

Recordar

La nutrición e hidratación artificiales son un procedimiento médico con efectos beneficiosos para el paciente que lo necesita. Sin embargo, siempre debe ser recetado por un médico, ya que conlleva varios efectos secundarios y complicaciones.

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