Nutrición

Estrategias engañosas de la industria alimentaria

Todo lo que comemos y bebemos afecta nuestra salud. Es fundamental aprender a leer las etiquetas de los alimentos y la información que proporciona la industria alimentaria en los envases. De esta forma podemos entender qué contienen y elegir los mejores. Para ello, es importante conocer las estrategias de la industria alimentaria que pueden resultar engañosas.

Este último, de hecho, utiliza estrategias publicitarias que pueden engañar a los consumidores. Por ejemplo, una verdura que no contiene colesterol se destaca en la etiqueta, pero esto es obvio ya que las verduras no contienen colesterol. Al escribirlo en la etiqueta, pretende atraer la atención del consumidor para que pueda comprarlo. Veamos juntos algunas estrategias de la industria alimentaria que pueden resultar confusas.

Estrategias de la industria alimentaria que pueden inducir a error

En este artículo, presentaremos algunas estrategias de ventas que utiliza la industria alimentaria que podrían resultar confusas para los consumidores. Como resultado, compras un alimento que no es tan saludable como crees.

¿Qué se debe hacer entonces? Aprender a leer la información de las etiquetas de los paquetes de alimentos puede resultar muy útil.

1. «Alimentos bajos en grasas»

Los productos cuya etiqueta indica “bajo en grasas”, “reducidos en grasas” o “sin grasas” son el resultado de una estrategia de marketing de la industria alimentaria. Es posible que estos productos no sean tan saludables como parecen.

Necesita saber acerca de las grasas saludables, ya que un alimento puede ser bajo en grasas, pero no el mejor. Para compensar el sabor de la grasa, a menudo se utilizan sustitutos poco saludables o carbohidratos en exceso. También puede haber azúcares, algunos edulcorantes artificiales y otros productos químicos artificiales.

Lo ideal sería aprender a comer las versiones tradicionales y en cantidades justas. Por ejemplo, en lugar de utilizar una cucharada de mantequilla para cocinar, lo ideal es limitarse a una cucharadita o sustituirla por aceite de aguacate.

2. «Alimentos sin grasas trans»

Las estrategias de la industria alimentaria incluyen la venta de alimentos procesados??que indiquen «sin grasas trans» en la etiqueta. Si un producto tiene menos de 0,5 g de grasas trans por porción, las empresas colocan la etiqueta «no trans».

Sin embargo, estos alimentos pueden contener grasas hidrogenadas, por lo que aún contienen grasas trans. Las grasas hidrogenadas son de origen vegetal y en nuestro organismo se comportan como grasas saturadas cuyo exceso contribuye a aumentar los niveles de colesterol en sangre. Es común encontrar grasas hidrogenadas en productos etiquetados como «sin grasas trans».

3. «Contiene cereales integrales»

En los últimos años se ha extendido la idea de que los alimentos integrales son las opciones más saludables que podemos consumir. Esto es cierto. La mentira de la industria alimentaria, sin embargo, es que la mayoría de los productos que consumimos están elaborados con cereales refinados.

Muchos productos contienen cereales integrales en polvo o en forma de harina muy fina. Pueden incluir todos los ingredientes del trigo, pero son más difíciles de digerir.

Si un alimento procesado contiene pequeñas cantidades de granos integrales, no significa que sea necesariamente más saludable. Para saber si este es el caso, revise la etiqueta y vea si tiene otros ingredientes como azúcar o jarabe de maíz con un alto nivel de fructosa.

4. «Comida sin gluten»

Seguir una dieta sin gluten se ha convertido en una tendencia en los últimos años, pero es necesario tras un diagnóstico de enfermedad celíaca. Las personas con enfermedad celíaca no pueden consumir gluten, una proteína que se encuentra en las harinas de trigo, avena, cebada y centeno.

Una de las estrategias de la industria alimentaria que puede confundirnos y exponernos a riesgos es que los productos etiquetados como “sin gluten” no siempre satisfacen esta característica. Los alimentos pueden procesarse con almidones altamente refinados, como almidón de maíz o de papa, y con grandes cantidades de azúcar.

Si decide comprar comida o pedir un plato sin gluten en un restaurante, recuerde revisar cuidadosamente su contenido.

Si te han diagnosticado intolerancia al gluten, lo mejor es comer alimentos preparados en casa por ti con ingredientes libres de este elemento.

5. “Producto sin azúcar”, estrategias de la industria alimentaria

¿Qué tan común es verificar la lista de ingredientes de lo que come? Además de hacer esto con cada producto que compres, debes saber que el ingrediente que encabeza la lista es el más abundante.

Otra estrategia de la industria alimentaria que puede confundirlo es que muchas marcas cambian el azúcar regular por otros azúcares o edulcorantes.Entre las opciones que utilizan las marcas para endulzar, encontramos:

  • Jarabe de maíz con alta fructuosa.
  • Lactosa.
  • Glucosa.
  • Jugo de caña evaporado.
  • Maltosa.
  • Sacarosa.

Todos estos nombres se refieren a sustancias «relacionadas» con el azúcar. Si padece diabetes o prediabetes, debe buscar el consejo de un experto.

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