Uno de los debates más frecuentes en el ámbito nutricional se refiere al consumo de carne a lo largo de la semana.En los últimos años han surgido diversas corrientes que sostienen que es posible mejorar la salud restringiendo la ingesta de productos animales.
Sin embargo, la ciencia no respalda esta afirmación y, en cambio, sostiene que el consumo de carne es necesario para obtener la ingesta adecuada de proteínas y todos los micronutrientes necesarios para el cuerpo. Una característica clave de una dieta saludable es la variedad, así como la correcta proporción de los alimentos que la componen.
Prefiere el consumo de carnes blancas a las rojas
La ciencia lo dice: el consumo de carnes rojas procesadas aumenta el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades. De hecho, el consumo excesivo de carne roja se correlaciona con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, como lo indica un artículo publicado en The British Journal of Nutrition.Sin embargo, no existe una prueba incuestionable de esta asociación, por lo que se necesitan más investigaciones.
Por otro lado, es cierto que dar prioridad a las carnes blancas sobre las rojas protege la salud. El primero se puede comer de 3 a 4 veces por semana, mientras que la carne roja se debe limitar a una o dos veces por semana.
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El pescado es mejor que la carne
En los últimos años, se ha llegado a la conclusión de que un mayor consumo de pescado es una buena opción para la salud en general.
Los pescados grasos son ricos en grasas mono y poliinsaturadas con propiedades antiinflamatorias, como los ácidos grasos omega 3. El consumo regular de estos lípidos reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según un estudio realizado en 2018.
Además, las proteínas del pescado tienen un alto valor biológico, al igual que las de la carne; el pescado también contiene vitaminas B y varios minerales. Por tanto, es una excelente fuente de nutrientes.
A la luz de esto, las recomendaciones dietéticas actuales están orientadas hacia un mayor consumo de pescado. Se recomienda tomar pescado blanco 3 veces a la semana, 2 veces a la semana pescado graso.
Respecto a estos últimos, destacamos la importancia de preferir peces más pequeños (como las sardinas) ya que contienen menores cantidades de metales en su tejido adiposo.
Evite las carnes procesadas
Si bien no existe evidencia científica irrefutable que asocie el consumo de carne con un deterioro de la salud, el riesgo aumenta exponencialmente en el caso de las carnes procesadas, como las hamburguesas industriales.
Por tanto, es aconsejable evitarlos. Las carnes procesadas tienen un bajo contenido nutricional y los riesgos de su consumo superan con creces los posibles beneficios.
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El consumo de carne forma parte de una dieta saludable
Hasta que la ciencia indique lo contrario, la carne se incluye en toda dieta saludable debido a su suministro de nutrientes esenciales. como proteínas, zinc y vitamina B, necesarios para el metabolismo energético y para prevenir la anemia.
En cualquier caso, es recomendable preferir el consumo de carnes blancas a las rojas. Por otro lado, en los últimos años se recomienda cada vez más consumir pescado en cantidades superiores a la carne.
Esto ofrece proteínas de alta calidad, así como ácidos grasos con propiedades antiinflamatorias, todos los cuales ayudan a prevenir diversas enfermedades.
Recuerda combinar una dieta variada y equilibrada con una actividad física regular. Solo así podrá disfrutar de una buena salud haciendo que las reacciones fisiológicas de su cuerpo sean lo más eficientes posible.
