Come más para mantenerte saludable y perder peso
Comer sano, hacer 5 comidas al día no es lo mismo que subir de peso. Siempre nos hemos asociado con la idea de que para adelgazar debemos ingerir menos calorías y siempre sentir hambre. Sin embargo, hoy descubriremos algunos síntomas que revelan que es necesario comer más para adelgazar, pero sobre todo para mantenerse saludable.
Veamos cómo el cuerpo nos dice que necesitamos comer más y por qué es importante para nuestro bienestar.
Síntomas que revelan la necesidad de comer más.
1. Siempre tenga hambre
Uno de los primeros síntomas que indican que necesitas comer más es la constante sensación de hambre. Debemos recordar que la pérdida de peso no tiene por qué ir de la mano de tener siempre hambre.
No hay necesidad de hacer sacrificios drásticos como saltarse el desayuno, no tomar un refrigerio y no obtener suficiente comida. ¿Por qué no probar 5 comidas al día? Deben ser comidas saludables durante las cuales coma lo suficiente para sentirse satisfecho.
El hambre constante puede llevarnos a mordisquear o ingerir constantemente lo primero que encontremos en el frigorífico solo porque tenemos un apetito voraz. Si, por el contrario, distribuimos nuestras comidas de forma inteligente y comemos de forma saludable, no tendremos la tentación de picar y no tendremos hambre.
2. Dolores de cabeza intensos
Los dolores de cabeza intensos son otro síntoma que nos hace darnos cuenta de que necesitamos comer más.
Si el dolor de cabeza no está asociado a ninguna patología como migraña o menstruación, entonces podría deberse a una mala alimentación.
Cuando restringe los alimentos, se salta las comidas y no come adecuadamente porque sigue una dieta restrictiva, es posible que su cerebro no obtenga la glucosa que necesita para funcionar de la mejor manera.
Si es así, sufriría una falta de energía que se manifiesta a través del dolor de cabeza. La solución es comer más y de forma adecuada.
3. Procrastinar
La procrastinación podría definirse como dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, sin razones válidas. Cuando no comemos lo suficiente, podemos sentirnos más débiles, débiles y apáticos.
Por lo general, cuando no comes bien, ni siquiera puedes dormir bien.
Un descanso adecuado marca la diferencia entre un día con buena productividad y uno con bajo rendimiento. Cuando dormimos mal, existe una mayor posibilidad de postergar las cosas y distraernos.
Si, además, añadimos el posible dolor de cabeza, entonces la procrastinación está asegurada. En estas situaciones es necesario comer más para sentirse fuerte y dispuesto a afrontar las diversas responsabilidades del día.
4. Cualquier cosa nos irrita
Cuando estás irritable, algunas personas se justifican diciendo: «¡es porque tengo hambre!». De repente, siempre estamos de mal humor. Todo parece molestarnos y ponernos de los nervios.
Quizás porque no le estamos dando a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita y la constante sensación de hambre que sentimos nos irrita.
Nuestro malestar puede aumentar si comemos lo que no debemos, como bocadillos o bocadillos poco saludables. Después de eso, podemos sentirnos culpables.
5. No evacua con regularidad
Cuando no vamos al baño con regularidad, significa que algo en nuestra dieta no está bien. A menos que tenga estreñimiento crónico, es posible que no se esté hidratando adecuadamente.
Si no ingerimos la cantidad de alimentos que nuestro cuerpo necesita para obtener energía y trabajar, es posible que ni siquiera estemos lo suficientemente hidratados. No olvidemos que la comida facilita las ganas de beber.
Cuando no consumimos suficiente agua, el tránsito intestinal se ve afectado. Comer menos también conduce a la privación de alimentos ricos en fibra, que son necesarios para el sistema digestivo.
Los expuestos son algunos de los síntomas que nos pueden revelar la necesidad de comer más para mantenernos saludables y adelgazar. Como ya se mencionó, comer menos y mal puede hacernos adelgazar, pero ¿a qué precio? A la larga, podría resultar ser un efecto boomerang …
No debemos sentirnos molestos ni privarnos de comer lo que necesitamos. Porque estar a dieta no significa tener siempre hambre, sino comer bien.
Simplemente tenemos que adquirir nuevos hábitos alimenticios, hacer comidas pequeñas y comer más sano (frutas, verduras, etc.).