Al igual que otros edulcorantes, la sucralosa es una sustancia que a menudo se debate sobre sus beneficios reales para la salud. Cada vez ocurre más a menudo encontrar productos que contienen sucralosa en lugar de azúcar, lo que nos lleva a pensar que es más saludable. Pero, ¿es realmente así?
En los últimos años, los edulcorantes artificiales han ganado una gran popularidad. No obstante, es importante consumirlos con precaución, ya que no siempre se conocen los efectos a largo plazo.
¿Qué es la sucralosa?
La sucralosa (E955) es un edulcorante artificial no nutritivo, 600 veces más dulce que la sacarosa o el azúcar blanco. En 1999, fue aprobado por la FDA para su uso en alimentos, bebidas, productos farmacéuticos y dietéticos y suplementos vitamínicos.
Fue descubierto accidentalmente en 1976 por un estudiante de química de una universidad de Londres, que pensó en probar un compuesto obtenido al reemplazar tres grupos hidrógeno-oxígeno en la molécula de sacarosa con tres átomos de cloro.
La principal ventaja que ofrece la sucralosa es que basta con utilizar dosis muy bajas para obtener el efecto edulcorante. Además, su aporte calórico es casi nulo, ya que la mayor parte no se metaboliza, sino que se excreta por las heces.
Solo una pequeña parte se absorbe en el intestino, pero se excreta en la orina, excepto el 20-30% que en su lugar se metaboliza.
No es cancerígeno
Se han publicado numerosos estudios en los que se afirma que la sucralosa, si se calienta a altas temperaturas, podría provocar efectos tóxicos. Para ser exactos, la investigación indicó que cuando se calienta a una temperatura superior a 120 ° C, la sucralosa se descompone e interactúa con los compuestos grasos para generar sustancias nocivas llamadas cloropropanoles, que aumentan el riesgo de cáncer.
Sin embargo, estudios recientes han refutado esta información, confirmando que la sucralosa no tiene efectos cancerígenos y que su consumo es seguro. La FDA ha establecido una dosis de 500 mg / kg por peso corporal por día como segura.
¿La sucralosa engorda?
Como hemos dicho, es un edulcorante no calórico que se expulsa del organismo prácticamente en su totalidad. Sin embargo, su consumo no está asociado a la pérdida de peso. ¿Por qué razón?
Un estudio publicado en Obesity encontró una relación entre el consumo de edulcorantes artificiales y un aumento del peso corporal. Este fenómeno puede deberse a varias causas:
- Un edulcorante no llena. En un estudio en el que participaron 12 mujeres sanas, a estas últimas se les realizó una resonancia magnética mientras tomaban pequeñas dosis de sacarosa y sucralosa. Mientras que la sacarosa estimula áreas de actividad dopaminérgica, la sucralosa no ejerce este efecto.
- Es posible alterar la respuesta neuronal-hormonal generada por el sabor dulce. Por tanto, el páncreas segrega más insulina, lo que podría dar lugar a desequilibrios fisiológicos.
¿Altera la microbiota intestinal?
En los últimos años se está estudiando en profundidad el efecto de los edulcorantes sobre la microbiota intestinal, porque parece que son capaces de modificar bacterias útiles, reemplazándolas por otras más peligrosas.
Un estudio publicado en la Revista de Toxicología y Salud Ambiental reporta los resultados obtenidos tras un experimento realizado en cobayas: se encontró una relación entre el consumo de sucralosa y una disminución de bifidobacterias, microorganismos esenciales en la estabilidad bacteriana intestinal.
De manera similar, se ha observado que la sucralosa aumenta la intolerancia a la glucosa, un síntoma típico de las personas prediabéticas. Cabe recordar que estos estudios se realizaron en cobayas, es decir, aún no sabemos si los edulcorantes tienen un efecto similar en la microbiota del ser humano.
Sin embargo, sabemos que la flora intestinal de las personas obesas es diferente a la de las personas con un peso saludable. Sin embargo, los últimos artículos sugieren que puede haber una relación entre la disminución de la biodiversidad de la microbiota y el consumo regular de edulcorantes.
Sucralosa, un edulcorante controvertido
La sucralosa es un edulcorante seguro, aunque envuelto en numerosas dudas. No obstante, lo mejor es no abusar de este último ni de ningún otro edulcorante, ya que aún no están claros los efectos a largo plazo que estas sustancias pueden provocar en nuestra salud.
Sobre todo, hay que tener claro que no son una alternativa viable para adelgazar. La mejor opción para endulzar los alimentos son los edulcorantes naturales, como frutas o nueces, o especias como la canela.
Por último, recuerda que reducir el consumo de azúcar simple es fundamental para mejorar tu salud. Este ingrediente aumenta la resistencia a la insulina y promueve la aparición de trastornos metabólicos.
