Nutrición

Probióticos y prebióticos: ¿cuáles son las diferencias?

Aunque ambos son buenos para la salud, la diferencia entre los prebióticos y los probióticos radica esencialmente en las funciones que realizan y las fuentes donde se pueden encontrar .En este artículo queremos abordar este tema en detalle, ya que hay quienes tienden a confundirlos.

En nuestro organismo hay millones y millones de microbióticos que conviven en las células: estamos hablando de la microbiota. La mayoría de ellos viven en el intestino y constituyen la llamada flora intestinal.

Todas estas bacterias intestinales se pueden dividir en dos tipos: las que tienen efectos positivos sobre la salud y las que tienen efectos nocivos. Este último puede provocar diarreas, infecciones o podredumbre intestinal.

Por su parte, las bacterias saludables nos ayudan a controlar las dañinas, estimular el sistema inmunológico, reducir los gases intestinales y mejorar la digestión. Son necesarios para sintetizar algunas vitaminas y para la absorción de ciertos nutrientes.

Para gozar de un buen estado de salud y estar de buen humor es muy importante mantener la flora intestinal sana y en equilibrio. ¿Qué tienen que ver los prebióticos y los probióticos con todo esto?Profundicemos en el tema.

La principal diferencia entre prebióticos y probióticos.

Hay dos acciones principales que debemos realizar para mantener sana la flora interestinal:

  • Consumir probióticos para asegurar un suministro constante de enzimas vivas a nuestro cuerpo.
  • Asegúrate de la cantidad adecuada de prebióticos para dar la nutrición adecuada a los microbios que viven dentro del cuerpo.

Averigüemos en palabras simples cuál es la principal diferencia entre los prebióticos y los probióticos. O al menos, hablemos de uno de los más importantes para poder hacer una distinción rápida entre uno y otro.

Hablaremos de ellos en las próximas líneas, donde también enumeramos las diversas fuentes donde puede encontrarlos. ¡Tomar nota!

Prebióticos o alimento de nuestra flora intestinal

Los prebióticos son ingredientes no digeribles en los alimentos que llegan intactos al colon. Allí actúan como alimento para nuestras bacterias intestinales que, en cambio, tienen las enzimas adecuadas para digerirlas.

Actuando como alimento, estimulan el crecimiento y la actividad de este último mejorando la salud del huésped (el individuo). Para que un componente alimentario se considere prebiótico, debe cumplir tres condiciones:

  • No puede ser degradado ni absorbido por el estómago y el intestino grueso.
  • Puede ser fermentado por bacterias cuando, aún intacto, llega al colon.
  • Esta fermentación debe estimular la actividad y proliferación de determinadas bacterias intestinales que ejercen un efecto beneficioso sobre el organismo humano.

Los probióticos más estudiados hasta ahora han sido los diferentes tipos de fibra que se encuentran en los alimentos vegetales. Al mismo tiempo, no faltaron estudios sobre fructooligosacáridos (FOS), galacto-sacáridos (GOS) e inulina. Sin embargo, podemos encontrar sustancias beneficiosas para nuestra flora intestinal también en muchos otros alimentos:

  • Por ejemplo, algunas fibras se encuentran en cebollas, puerros, espárragos, alcachofas, semillas (chía y lino), patatas, zanahorias, manzanas, todas las cuales son buenas fuentes de prebióticos.
  • En polifenoles de cacao, frutos rojos o especias.
  • En las grasas de aceite de oliva, frutos secos o pescado azul.

¿Qué son los probióticos?

Ahora que sabemos qué son los prebióticos, profundicemos en el concepto de probióticos para aclarar sus diferencias. El término probiótico significa literalmente «a favor de la vida».

La definición convencionalmente aceptada de probiótico ha sido formulada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Estas organizaciones hablan de:

No estamos hablando de alimentar a nuestras bacterias, sino de introducir las bacterias en sí. La mayoría de los probióticos provienen de bacterias que se utilizan en la fermentación de alimentos.

Los más estudiados pertenecen a los géneros Lactobacillo y Bifidobacteria. es másPodemos encontrar a través de los alimentos o en forma de complementos alimenticios.

Principales alimentos probióticos

Podríamos decir que un alimento rico en probióticos entre los más accesibles y más presentes en nuestra dieta diaria es el yogur. No es necesario agregar ningún ingrediente. Un buen yogur natural ya aporta lactobacilos y estreptococos. El kéfir también es ideal, ya que aporta una mayor cantidad y variedad de cepas bacterianas.

Otra buena fuente de probióticos son las verduras fermentadas como el chucrut y los pepinillos. El miso (pasta de soja fermentada) y el tempeh (soja fermentada) también provienen de la gastronomía asiática.

Una de las últimas incorporaciones a la lista de alimentos probióticos es la kombucha., una bebida ligeramente gaseosa que se ha vuelto popular en los últimos años.

Para concluir: prebióticos y probióticos

La mejor manera de resumir las diferencias entre los prebióticos y los probióticos es comprender que tienen funciones distintas pero complementarias. En consecuencia, de nada sirve traer probióticos a nuestro organismo si no estamos bien alimentados con prebióticos.

Sin embargo, debemos estar atentos a las últimas novedades al respecto, porque la ciencia hoy en día está en el avance de los prebióticos y probióticos y puede traernos muchos nuevos descubrimientos y nuevos conceptos.

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