Pangasius: ¿por qué tiene mala reputación?
La alarmante noticia sobre el panga ha convencido a varias cadenas de supermercados para que lo retiren de los mostradores de pescado. Lo mismo ocurre con los comedores escolares, en Italia y en varios países europeos. Sin embargo, sigue siendo uno de los pescados más consumidos en otros países europeos y en Estados Unidos.
Las autoridades de seguridad alimentaria insisten en un estricto control durante la producción y el transporte y por el momento no existe una alerta sanitaria sobre el consumo de pangasius. Entonces, ¿de qué trata la controversia, hay razones válidas para dejar de comer este pescado?
¿Qué es el pangasius?
Pangasius (Pangasius hypophthalmus) es un pez de agua dulce endémico de los ríos Mekong y Chao Phraya. Actualmente, sin embargo, una gran parte proviene de piscifactorías, principalmente concentradas en el sudeste asiático (Vietnam, Tailandia, Camboya y Laos).
Pertenece a la categoría de pescados blancos como el lenguado, el bacalao o el mero. El pescado blanco, en general, se recomienda por su alto valor biológico contenido en proteínas, sales minerales y vitaminas A, B1 y D.
En este pescado, sin embargo, estos elementos nutricionales suelen estar contenidos en cantidades más pequeñas. Con 100 gramos, el pangasius ofrece menos proteínas que la merluza o el lenguado, y una composición lipídica diferente. También contiene menos vitaminas A y D.
El pangasius es un pescado que está muy presente en los comedores de hospitales, geriátricos, escuelas e incluso en restaurantes. Esto se debe principalmente a su asequible precio, su presentación en filetes sin piel y sin espinas, y su delicado sabor.
¿Por qué se acusa a pangasius?
El consumo de pangasius lleva algunos años en el punto de mira, pero de momento no hay una alarma alimentaria específica por parte de las autoridades competentes. Veamos cuáles son los puntos en contra del consumo de pangasius.
1. Es un pez contaminado
Uno de los puntos negativos es la posible contaminación por contaminantes. Aproximadamente el 90% de todo el pangasius consumido se captura en el Mekong, uno de los ríos más contaminados del mundo. Las piscifactorías tampoco están libres de contaminación.
Un estudio sobre 23 muestras de pangasius (congelado y fresco) realizado en 2017 en España por la asociación de consumidores OCU, arrojó los siguientes resultados:
- Se encontraron rastros de trifluoralina, un herbicida prohibido en Europa, en 4 muestras.
- Se encontraron rastros de mercurio en 9 muestras. Aunque las cantidades no excedieron el límite permitido de 0,5 mg por kg, se acercaron a la mitad de este límite. Se trata de un porcentaje de mercurio considerado de riesgo para los niños, aunque no para los adultos y que en ningún caso superaría el nivel que se puede encontrar en pescados como el atún o el pez espada.
2. Sostenibilidad ambiental y alimentaria
Algunos expertos desaconsejan el consumo de pangasius por motivos medioambientales. Comprar pescado de países lejanos no es eco-sostenible.
El problema se refiere al proceso de producción, transporte y distribución. De hecho, es necesario tener en cuenta el impacto en el territorio provocado por la agricultura intensiva. Las consecuencias incluyen la deforestación de los manglares vietnamitas y los cambios sufridos por la agricultura en las áreas circundantes. El arroz, uno de los pilares de la dieta asiática, ha dejado de crecer alrededor del río Mekong.
3. Proceso de producción
Pangasius es principalmente un pez de piscifactoría. La piscicultura intensiva trae consigo una serie de consecuencias negativas sobre el medio ambiente y el tejido social.
Por un lado, aumenta la concentración de contaminantes en el agua, ligado al uso indiscriminado de antibióticos, y a residuos orgánicos, como las heces de los propios peces. Además, el pangasius, concentrado en pequeños espacios y alimentado con pienso, representa un peligro para las especies nativas.
El impacto social de la piscicultura intensiva no se queda atrás. El pangasius es un pescado barato y esto se debe en parte a los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo.
¿Cómo hacer una buena elección?
A pesar de su mala reputación, comer panga no es peligroso. Un consumo seguro significa limitarlo a una vez a la semana para los adultos, cada dos para los niños.
En cambio, un consumo responsable y saludable es otra cuestión. Si queremos comprar pescado con criterios de sostenibilidad, respeto por las tradiciones gastronómicas y la salud, debemos dar prioridad a los siguientes aspectos:
- Compre pescado que no sea de piscifactoría y que haya sido capturado con métodos respetuosos con el medio ambiente.
- Prefiera las variedades regionales comprando pescado local, en el mercado local o en el mercado de pescado.
- Prefiere especies más pequeñas porque se acumulan menos metales pesados??en sus tejidos.
- Alternar el consumo de diferentes especies. La variedad en la dieta es la mejor manera de garantizar un mayor equilibrio nutricional y menos riesgos para la salud.
Como fuente de proteínas, sales minerales y ácidos grasos esenciales, el pescado es un buen aliado en nuestra dieta. El secreto es, como siempre, hacer una buena elección.