Nutrición

Ortorexia: la obsesión por la comida sana

¿Alguna vez has oído hablar de la ortorexia? Este término puede sonar extraño, pero así se llama la obsesión por la comida sana. Si bien mantener una dieta saludable es una prioridad de salud, exagerar conlleva varios riesgos.

A diferencia de otros trastornos alimentarios, la ortorexia se trata de la calidad de la comida, no de la cantidad. El problema es que esto conduce a un control demasiado extremo de la dieta y los alimentos individuales. A continuación, explicamos el tema con más profundidad.

¿Qué es la ortorexia?

Ortorexia, también llamada ortorexia nerviosa, es el término utilizado para definir la preocupación obsesiva por comer alimentos saludables, según un estudio publicado en Federal Practicioner. Los enfermos evitan a toda costa los productos alimenticios que contengan colorantes, conservantes, ingredientes modificados genéticamente y cualquier otra sustancia que, en su opinión, pueda resultar nociva.

A diferencia de otros trastornos alimentarios, el objetivo de la persona no es perder peso. En cambio, existe una obsesión por los beneficios de una dieta saludable compuesta estrictamente de alimentos «puros». Como resultado, los pacientes a menudo experimentan aislamiento social, se sienten culpables si creen que no han comido de manera saludable y tienden a ayunar.

Hasta la fecha, este trastorno aún se conoce poco. Ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) lo han declarado oficialmente un trastorno alimentario.

Ortorexia: ¿quién está en mayor riesgo?

Cualquiera puede desarrollar ortorexia, pero las personas que son demasiado estrictas y exigentes consigo mismas son particularmente vulnerables. También es común entre quienes les gusta planificar y controlar su estilo de vida.

Según información difundida por la FEN (Fundación Española de la Nutrición), las mujeres tienen más probabilidades de padecer este trastorno. Además, es común en personas que padecen TOC y en quienes practican deporte.

¿Cuáles son las causas de la obsesión por la comida sana?

En la actualidad, no se ha determinado con exactitud la causa exacta de la obsesión por la comida sana. Sin embargo, el trastorno se ha relacionado con tendencias obsesivo-compulsivas y trastornos alimentarios pasados. También se cree que un factor de riesgo puede pertenecer a un nivel socioeconómico superior.

Fuentes como la revista médica Comprehensive Psychiatry también afirman que el perfeccionismo, la ansiedad y el deseo de control juegan un papel importante. Finalmente, este trastorno se ha encontrado con mayor frecuencia en profesionales como:

  • Médicos y personal sanitario.
  • Cantantes de ópera.
  • Bailarines
  • Músicos de orquesta sinfónica.
  • Atletas.

Síntomas y criterios diagnósticos.

Con el fin de diferenciar la ortorexia de una dieta normal y saludable, se han propuesto algunos criterios para el diagnóstico de este trastorno. Fueron publicados en la revista científica Eating Behaviors e incluyen los siguientes:

  • La persona comienza a sentir la necesidad de comer sano y cambiar sus hábitos alimenticios. Por lo tanto, evite cualquier alimento que considere poco saludable, como los que contienen grasa y azúcar.
  • Se hace una estricta selección de los alimentos a consumir.
  • Para comer más sano y saludable, el ortoréxico pasa horas investigando, planificando y preparando sus comidas.
  • Cuando se desvíe de las reglas autoimpuestas, se sentirá culpable.
  • La persona se enorgullece de su dieta, considerándola absolutamente saludable.
  • Esta obsesión por una dieta «saludable» puede conducir al aislamiento.
  • Cuando la ortorexia empeora, la persona puede detener otras actividades que le interesen.
  • Favorece problemas de salud, como pérdida excesiva de peso o desnutrición.
  • La imagen corporal, la autoestima, la identidad o la satisfacción dependen en gran medida del cumplimiento de las reglas dietéticas autoimpuestas.

Efectos negativos de la ortorexia

Al principio, querer llevar una dieta saludable no está mal. No obstante, el problema surge cuando esta elección se convierte en una obsesión. La ortorexia afecta no solo a la salud física, sino también a nivel psicológico y social.

Consecuencias fisicas

Por ahora, los estudios sobre ortorexia siguen siendo limitados. Al igual que otros trastornos alimentarios, la ortorexia también tiene varias consecuencias para la salud. En particular, seguir una dieta extremadamente restrictiva puede causar problemas como los siguientes:

  • Desnutrición.
  • Anemia.
  • Cambios en el ritmo cardíaco.
  • Problemas digestivos.
  • Deshidración.
  • Acidosis metabólica.
  • Desgaste óseo.
  • Problemas hormonales.

Las consecuencias psicológicas

Sin duda, la obsesión por la comida sana desencadena delicadas implicaciones psicológicas. Este trastorno puede llevar a los pacientes a experimentar lo siguiente:

  • Sentimientos de culpa y autodesprecio.
  • Obligación de purificar tu cuerpo mediante la limpieza y el ayuno.
  • Excesiva preocupación por el origen de los alimentos.
  • Pasar demasiado tiempo investigando y clasificando alimentos.
  • Concentración reducida para el medio ambiente circundante.
  • Ansiedad y depresión.

Consecuencias sociales

Según una publicación de Trastornos de la alimentación y el peso, una persona que sufre de ortorexia no quiere perder el control de su dieta. Los ortorexicos son tan estrictos con su dieta que prefieren evitar cualquier actividad social asociada con la comida, como cenas familiares o salir a comer.

Por otro lado, su creencia de que sus hábitos alimenticios son los mejores complica mucho las interacciones sociales. Debido a esto, terminan sufriendo de aislamiento social.

Tratamiento y prevención de la obsesión por la comida sana

El objetivo del tratamiento es compensar las deficiencias nutricionales de los ortoréxicos provocadas por la exclusión de determinados alimentos de su dieta. Por tanto, es necesario establecer unos hábitos alimentarios correctos y tratar las posibles complicaciones orgánicas derivadas de una mala alimentación.

En este sentido, es necesario recurrir a la educación nutricional basada en evidencias, para que la persona comprenda y en consecuencia modifique sus falsas creencias sobre la nutrición.

En cualquier caso, se recomienda implementar un tratamiento multidisciplinar, encomendando la rehabilitación a un médico, un nutricionista y un psicólogo.

No a las dietas extremas

Si bien comer es saludable, comer en situaciones extremas puede ser perjudicial. La obsesión por la alimentación saludable no solo pone en riesgo la salud, sino que también tiene efectos psicológicos y sociales deletéreos sobre la calidad de vida en general.

Lo ideal es siempre consultar a un nutricionista para desarrollar una dieta basada en las necesidades personales, evitando así excesos o situaciones fuera de control.

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