Nutrición

Nutrientes para la prevención del Alzheimer

Existen algunos patrones dietéticos y de nutrientes para la prevención del Alzheimer que pueden retrasar el desarrollo y el curso de la enfermedad. Sin embargo, conviene recordar que en la actualidad es una enfermedad crónica e incurable. Solo podemos retrasar su aparición mejorando algunos hábitos de estilo de vida, aunque el componente genético juega un factor clave.

En las siguientes líneas presentamos en la mesa algunas estrategias que pueden ser útiles para reducir la incidencia de esta patología. Están respaldados por la ciencia, aunque eso no significa que seguirlos prevenga la aparición del Alzheimer. Tomar nota.

¿Qué es el Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es la demencia más común entre los ancianos y afecta a 1 de cada 4 personas de 85 años o más. El declive de las funciones cognitivas resulta de la interacción de varios factores:

  • Edad.
  • Medio ambiente.
  • Nivel escolar.
  • Vulnerabilidad genética.

La prevalencia de enfermedades neurodegenerativas se ha incrementado significativamente debido a la proporción de personas mayores en el mundo y, en cierta medida, debido a los malos hábitos alimenticios que favorecen la aparición de daño neuronal.

Factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer

Aunque aún se desconoce su origen, se sabe que el estrés oxidativo, la disfunción de la mitocondria (orgánulo celular) y la inflamación son factores centrales en esta enfermedad. Específicamente, el exceso de radicales libres daña el ADN, los lípidos y las proteínas, contribuyendo a la patogenia de la enfermedad.

Además, el aumento de la permeabilidad de las membranas intestinal y cerebral puede favorecer la acumulación de sustancias tóxicas que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad, según una investigación publicada en la revista F1000Research. Las principales dolencias asociadas a este daño son los factores de riesgo cardiovascular:

  • Obesidad.
  • Dislipidemia
  • Hipertensión
  • Resistencia a la insulina y diabetes.

Interacción entre nutrición y enfermedad de Alzheimer

Varios autores han explorado la influencia de determinados nutrientes y el papel de diferentes hábitos alimentarios en el desarrollo y curso de esta enfermedad neurodegenerativa.

En concreto, la dieta occidental actual está asociada a la alta incidencia y prevalencia de enfermedades crónico degenerativas, ya que favorece un entorno inflamatorio en el organismo.

Mecanismos moleculares y de nutrientes para la prevención del Alzheimer

Actualmente se sabe que ciertos nutrientes protegen contra numerosos factores de desarrollo de enfermedades. Específicamente, se investigó el papel de los omega 3, las vitaminas E y B, así como la colina y la uridina para la prevención y el tratamiento.

Sin embargo, todavía no disponemos de pruebas suficientes sobre el impacto de la suplementación aislada de estos nutrientes en la enfermedad de Alzheimer. Se han estudiado los planes de comidas que contienen productos no saludables para abordar numerosos factores de riesgo.

Dieta mediterránea

La literatura científica lo describe como un potencial tratamiento neuroprotector. Se sabe que la dieta mediterránea se caracteriza por un elevado consumo de verduras, frutas, cereales integrales y ácidos grasos vegetales. La dieta mediterránea es un modelo dietético saludable, ya que es rica en:

  • Ácidos grasos monoinsaturados (principalmente aceite de oliva)
  • Ácidos grasos poliinsaturados (que se encuentran en el pescado)
  • Numerosos antioxidantes como compuestos de azufre, antocianinas, catequinas, flavonoides, indoles y luteína.
  • Vitaminas A, complejo B, D y E
  • Minerales cardioprotectores como calcio, magnesio y potasio; así como yodo, sodio y selenio.

Dieta mediterránea y enfermedad de Alzheimer

Los estudios clínicos han investigado la influencia de esta dieta en el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas. Un estudio publicado en la revista Archives of Neurology, realizado en una población estadounidense, observó que cuanto mayor es la adherencia a la dieta mediterránea, menor es el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Además, se ha encontrado que este tipo de dieta es capaz de preservar un mayor volumen de materia gris, así como producir una menor acumulación de sustancias?-amiloides las cuales están ligadas a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Dieta DASH y nutrientes para la prevención del Alzheimer

La dieta DASH es un modelo alimenticio creado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI). Este plan de alimentación incluye nutrientes que reducen la presión arterial y protegen contra varios factores de riesgo cardiovascular, que juegan un papel en el desarrollo de la demencia y la fisiopatología del Alzheimer.

Estudios, como el publicado en la revista Neurology por Tangney et al, han demostrado que la adherencia a esta dieta se asocia significativamente con un menor deterioro cognitivo y una reducción en la incidencia de la enfermedad de Alzheimer.

Dieta MIND

La dieta MIND es una combinación de la dieta mediterránea y la dieta DASH y se ha estudiado su impacto para retrasar el proceso neurodegenerativo y disminuir las tasas de incidencia de la enfermedad de Alzheimer. Se basa en 10 alimentos saludables para el cerebro:

  • Legumbres
  • Miseria.
  • Aceite de oliva.
  • Frutos rojos (ricos en polifenoles).
  • Vegetales de hoja verde (ricos en polifenoles).
  • Carnes magras como pescado (rico en omega 3) y pollo.

Asimismo, excluye los alimentos típicos de la dieta occidental que contribuyen al riesgo cardiovascular: carnes rojas, mantequilla y margarina, quesos, bollería y dulces.

Dieta cetogénica

La dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos (CH) y alta en ácidos grasos, que tiene un efecto de ayuno en el organismo, produciendo un estado de cetosis. Este plan se ha utilizado durante más de 100 años, principalmente para el tratamiento de la epilepsia resistente a los medicamentos.

Si bien la dieta suele tener un aporte de 55% de CH, 30% de ácidos grasos y 15% de proteína, las proporciones en la dieta cetogénica son 8% de CH, 90% de ácidos grasos y 7% de proteína.

Como resultado, estos cambios en los patrones dietéticos son difíciles de mantener y antiestéticos, especialmente si deben mantenerse durante un largo período de tiempo.

Dieta cetogénica: impacto de los cuerpos cetónicos y los nutrientes para la prevención de la enfermedad de Alzheimer

Los efectos neuroprotectores de esta dieta están relacionados con los cambios bioquímicos que se producen tras la producción de cuerpos cetónicos, que aumentan la respiración en las mitocondrias y mejoran su funcionamiento. Asimismo, tienen actividad antioxidante. Estos efectos han sido clasificados por expertos como protectores contra el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Asimismo, el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (omega 3) de esta dieta promueve la excitabilidad de las membranas neuronales, reduciendo las condiciones inflamatorias y la producción de radicales libres.

Cambios en la dieta y los nutrientes para la prevención de la enfermedad de Alzheimer

Para concluir, si bien es cierto que la enfermedad de Alzheimer es el resultado de la interacción de múltiples mecanismos que, hasta la fecha, no se han entendido del todo. Se encontró una correlación entre los factores de riesgo cardiovascular, el deterioro cognitivo, el desarrollo de demencia y la incidencia de enfermedades neurodegenerativas.

Por tanto, una medida para la prevención y el tratamiento de estas enfermedades es aportar al organismo nutrientes que combatan la inflamación, favorezcan la actividad antioxidante y reduzcan la acumulación de sustancias que favorecen la muerte neuronal.

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