Nutrición

Nutrición y coronavirus: búfalos

En los últimos meses, han circulado varios engaños sobre el vínculo entre la nutrición y el coronavirus. La mayoría de ellos apoyan la eficacia de determinados alimentos o hábitos para prevenir el contagio o ralentizar el curso de la enfermedad. Lo cierto es que hasta la fecha sabemos poco sobre cómo la nutrición afecta el desarrollo de esta patología.

Sólo recientemente se han publicado varios artículos científicos sobre los beneficios de la vitamina C y la vitamina D. Algunos expertos recomiendan ingerir alimentos con propiedades antiinflamatorias para prevenir complicaciones pulmonares y fortalecer el sistema inmunológico. Desafortunadamente, sin embargo, actualmente tenemos poca evidencia que respalde esto.

¿Cuáles son los engaños más comunes sobre la nutrición y el coronavirus? Los presentamos en este artículo y también explicamos por qué no son confiables.

Engaños sobre nutrición y coronavirus

¿Beber agua caliente previene el contagio?

Según un artículo publicado en el Centro Nacional de Información Biotecnológica, el Coronavirus es sensible a los rayos ultravioleta y al calor. Esta afirmación ha sido discutida en varios foros por algunos expertos. En base a esto, se ha inventado uno de los principales engaños sobre la correlación entre la nutrición y el coronavirus: beber o comer alimentos calientes podría frenar la infección.

¡Falso! Aunque se ha hablado de la baja resistencia del virus a las altas temperaturas, no es seguro que los alimentos calientes o los alimentos puedan detener su propagación. Ni siquiera se dice que someterse a una sesión diaria de sauna evitará el desarrollo de la enfermedad. No hay ningún artículo científico que respalde estas teorías.

La propagación del virus es, de hecho, un evento mundial, tanto en países con clima frío como en aquellos que disfrutan de temperaturas suaves. En la actualidad , los expertos no pueden predecir cómo se comportará el virus con la llegada del verano. Por estas razones es lógico pensar que beber agua caliente es inútil contra el microorganismo.

El alcohol mata al coronavirus

Otro engaño recurrente en las redes sociales es que el consumo de bebidas alcohólicas parece prevenir la enfermedad. El principio en el que se basa esta teoría es que el alcohol podría prevenir la propagación de virus de tipo ARN. Sin embargo, no existe una base científica sólida para respaldar esta afirmación.

Por el contrario, sabemos con certeza que el alcohol, además de favorecer los procesos inflamatorios, inhibe la eficacia de la respuesta inmunitaria. La literatura científica afirma que el consumo de alcohol inactiva la respuesta inmune innata, reduciéndola en presencia de microorganismos externos nocivos. Lo que es muy contraproducente.

Haga gárgaras con sal y vinagre para vencer el virus.

Las propiedades antisépticas de la sal y el vinagre son famosas y a menudo se informan en la literatura científica. Estos últimos, de hecho, ayudan a prevenir la proliferación de hongos y bacterias. Por vía oral, hacer gárgaras con vinagre blanco y sal sirve para mantener bajo control la proliferación bacteriana y prevenir el mal aliento.

A pesar de esto, no hay evidencia de su papel preventivo en el caso de la infección por Coronavirus. Por este motivo no obtendremos ningún beneficio en cuanto a la prevención de esta enfermedad.

Otras corrientes de pensamiento aseguran que el consumo de ajo o el mero hecho de añadirlo a la solución de gárgaras potencia su efecto protector. Incluso en este caso, sin embargo, no hay evidencia científica.

El ajo puede mejorar los síntomas de algunas formas de infección pulmonar, pero no existen estudios específicos que lo asocien con Covid-19. En este sentido, no podemos hacer ciertas declaraciones al respecto.

Nutrición y coronavirus: ¿que debemos aclarar?

La poca información que tenemos en la actualidad sobre la propagación y el comportamiento de este virus limita en gran medida el campo de acción de los expertos. Como resultado, aún no es posible presentar evidencia firme sobre el consumo de productos y los riesgos de contraer la enfermedad.

No obstante, y gracias a nuestro conocimiento del sistema inmunológico, podemos decir que una dieta equilibrada y variada ayuda a los mecanismos fisiológicos del organismo. Una correcta ingesta de vitaminas y minerales mejora el sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de enfermarse.

Por otro lado, es fundamental evitar hábitos tóxicos, como el consumo de alcohol. Básicamente, además de empeorar el estado de inflamación sistémica, el correcto funcionamiento de la respuesta inmune se vuelve perezoso. Por tanto, el organismo se vuelve menos eficaz a la hora de rechazar microorganismos patógenos externos.

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