Las vitaminas son esenciales para nuestro organismo. Están involucrados en el desarrollo y el crecimiento, y algunos no pueden producirse por sí mismos. Por este motivo es importante obtenerlos a través de una dieta sana y, si es necesario, con suplementos.
Hay varias vitaminas, trece en total. Todos trabajan en sinergia con las enzimas y las células de nuestro organismo: fortalecen los procesos metabólicos y aportan energía. Veamos cómo afectan nuestra salud y por qué son un componente básico de la dieta.
Las vitaminas son esenciales y forman parte de la cadena alimentaria.
Están presentes en la mayoría de los alimentos que traemos a la mesa. Por ejemplo, todo tipo de frutas y verduras ofrecen nutrientes esenciales para la vida. Lo mismo ocurre con los productos derivados de animales que, comiendo frutas y verduras, a su vez absorben micronutrientes y nos ofrecen un mayor aporte nutricional.
Dan fuerza a nuestro cuerpo
Hay muchas vitaminas que trabajan con el sistema inmunológico, como la vitamina C. Le dan a nuestro cuerpo la capacidad de combatir todo tipo de infecciones y enfermedades. Estudios recientes subrayan la importancia de consumir frutas ricas en vitamina C para dolencias como la obesidad y el sobrepeso.
Otros, como la vitamina E, protegen la belleza de la piel, las uñas y el cabello. En otras palabras, todos benefician al cuerpo en su conjunto y algunos tienen funciones más específicas.
Las vitaminas son esenciales para desarrollar masa muscular
Si quieres combinar la actividad física o aeróbica con tu dieta, no descuides el consumo de vitaminas B3 y B6. Son ideales para el desarrollo de masa muscular. También permiten una buena recuperación de los tejidos y mantienen la piel elástica. Las vitaminas B3 y B6 se pueden encontrar en alimentos como piña, aguacate, uvas, plátano. Así como en forma de suplementos.
Son una rica fuente de antioxidantes.
Las vitaminas A, C y E, gracias a su fuerte acción antioxidante, juegan un importante papel protector sobre las células del organismo. Combaten los radicales libres que deterioran la piel y provocan el envejecimiento. Consumir muchos alimentos ricos en vitaminas, por tanto, significa llenarse de antioxidantes y garantizar un mayor bienestar.
De hecho, muchas vitaminas se utilizan en tratamientos para la salud de la piel y para mantenernos jóvenes durante más tiempo. Los beneficios que ofrece, si se acompañan de una correcta alimentación, son sorprendentes. Estudios recientes, por ejemplo, han demostrado que una alta concentración de vitamina D promueve la fertilidad femenina y previene posibles abortos espontáneos.
Dieta y suplementos
Con una dieta variada y equilibrada, aseguramos un aporte completo de vitaminas. Sin embargo, si estás siguiendo una dieta restrictiva o en algunos periodos más intensos, puede ser conveniente combinar la dieta con suplementos.
Esto ayuda a prevenir enfermedades como la anemia o la desnutrición. Por ejemplo, la vitamina B12 promueve la producción de glóbulos rojos. Está presente en muchos tipos de carnes y pescados, siendo mayoritariamente una vitamina de origen animal.
Sin embargo, no debemos excedernos, porque incluso un exceso puede causar serios problemas de salud. Por tanto, es bueno consumirlos en las dosis recomendadas por los especialistas en nutrición, sin sobrepasarlas.
