La dieta Atkins fue desarrollada en 1960 por un cardiólogo. Consiste principalmente en reducir el consumo de carbohidratos, dando prioridad, en cambio, a las proteínas y grasas.
El propósito de la dieta Atkins no es solo perder peso, sino también prevenir enfermedades cardiovasculares. Te invitamos a conocer más en las siguientes líneas.
Reducir los carbohidratos: ¿por qué es importante?
El Dr. Atkins, basándose en algunos artículos científicos, afirmó que el consumo a mediano plazo de altas dosis de carbohidratos estaba relacionado con el aumento de peso y el desarrollo de ciertas enfermedades. Entre estas, destaca la diabetes, patología que también incide en el desarrollo de otras enfermedades más graves.
Aunque estas condiciones están relacionadas principalmente con la ingesta de azúcares simples, Atkins también desaconsejó el consumo de cereales integrales. Estos últimos, de hecho, contienen altas cantidades de fibra. Para cubrir la necesidad de este nutriente, basta con recurrir a suplementos.
No es necesario contar calorías.
Otro punto a favor de esta dieta es que no tienes que centrarte en las calorías. Dado que las grasas y los carbohidratos promueven la saciedad, Atkins asumió que era difícil exceder las necesidades diarias de energía consumiendo solo estos macronutrientes.
Por esta razón, el único recuento esperado es el de carbohidratos. Teniendo en cuenta que las frutas y verduras están compuestas por una determinada cantidad de azúcares, el médico ha ideado un sistema para contar los carbohidratos que contienen para no superar los niveles máximos recomendados.
El ejercicio es fundamental
Para Atkins , la actividad física regular es un factor indispensable en la dieta. De hecho, con el apoyo de una extensa literatura científica, argumentó que el ejercicio regular era una de las mejores medidas para mantener el peso corporal bajo control.
No recomendó una actividad específica, sin embargo, ahora se sabe que el entrenamiento de fuerza muscular puede tener un impacto significativo en el gasto calórico diario. En este sentido, es un método eficaz para adelgazar y evitar recuperarlo a medio y largo plazo.
Los riesgos de la dieta Atkins
Esta dieta, caracterizada por una limitación tan estricta de carbohidratos, puede provocar algunos efectos secundarios. En las primeras etapas, cuando el cuerpo entra en el estado metabólico llamado cetosis, pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza
- Debilidad
- Náusea
- Estreñimiento
- Fatiga
Estos trastornos tienden a desaparecer con el tiempo. Sin embargo, existe una gran cantidad de personas en las que estos efectos secundarios no desaparecen. En este caso, la dieta Atkins está muy contraindicada.
Dieta Atkins: los beneficios para la salud
Ahora se sabe que limitar los carbohidratos ofrece varios beneficios para la salud. Es aconsejable, por ejemplo, en casos de epilepsia refractaria, ya que consigue reducir las convulsiones en más del 50% de los casos.
Asimismo, en personas sanas ayuda a prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades relacionadas con el sobrepeso. De hecho, no se ha demostrado científicamente que una dieta baja en carbohidratos produzca más pérdida de peso que una dieta baja en grasas, siempre que el balance de calorías sea similar.
Sin embargo, a muchas personas les resulta más fácil seguir una dieta que limite el consumo de azúcar, ya que es más fácil calcular la cantidad de alimentos permitidos. Esto da como resultado una ventaja en la regulación del mecanismo de hambre-saciedad.
¿Qué recordar sobre la dieta Atkins?
La dieta Atkins se basa en la restricción del consumo de carbohidratos y ofrece algunos beneficios para la salud a medio y largo plazo. A pesar de ello, no es una dieta apta para todos, debido a los efectos secundarios que se producen, sobre todo, durante los primeros días.
En cualquier caso, junto con la dieta, es muy recomendable la realización de ejercicio físico regular, con el fin de maximizar la pérdida de peso y mejorar la composición corporal.
Sin embargo, es bueno recordar que una dieta variada, equilibrada y bien estructurada es igualmente válida para combatir los kilos de más y proteger la salud, sin tener que recurrir a restricciones excesivas. Basta con limitar el consumo de determinados alimentos para obtener importantes beneficios.
