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11 formas de convertirse en un optimista


11 formas de convertirse en un optimista

El pensamiento positivo trae consigo toda una serie de beneficios, como un mejor bienestar y un mejor sueño. Para empezar a cosechar estos beneficios, mira estas 11 formas de ser optimista.

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El pensamiento positivo trae consigo toda una serie de beneficios, como un mejor bienestar y un mejor sueño. Para empezar a cosechar estos beneficios, mira estas 11 formas de ser optimista.

1

Crear algunos mantras positivos

Mientras que muchos de nosotros creemos que nuestra felicidad – o la falta de ella – se basa en cosas externas, a menudo somos nosotros los que nos frenamos. Muchos de nosotros pasamos nuestros días alimentándonos de mensajes negativos de los que ni siquiera somos conscientes, convenciéndonos de que «no somos lo suficientemente buenos», «no somos lo suficientemente inteligentes» o «no somos lo suficientemente atractivos». Para empezar a pensar más positivamente, hay que cambiar estos mensajes. Intenta buscar los pensamientos negativos que te vienen a la cabeza y reemplázalos por mensajes positivos. Anota estos mantras positivos y repítelos a diario.

2

Concéntrate en tu éxito

La mayoría de nosotros estamos contentos de reconocer los éxitos y logros de otras personas; sin embargo, cuando se trata de los nuestros, frecuentemente los minimizamos o los ignoramos por completo. Para empezar a pensar más positivamente sobre ti mismo, necesitas recordarte regularmente lo que tienes – y puedes – lograr. Deja de escuchar tu crítica interior, reflexiona sobre tus logros pasados y empieza a apreciar realmente tu éxito y lo que tienes para ofrecer.

3

Consigue un modelo a seguir

Si quieres ser un optimista, puede ayudarte a encontrar un modelo positivo. Ya sea un colega, un amigo cercano o incluso una celebridad, piensa en la persona más imperturbable y alegre que puedas. Durante las próximas semanas, haz un experimento e intenta dar un paseo en sus zapatos. Siempre que la negatividad empiece a entrar o te encuentres en una situación difícil, piensa: «¿qué haría (insertar el nombre del optimista elegido)?» Responde honestamente, y luego trata de seguir el ejemplo.

4

Enfoque en lo positivo

Es importante recordar que no son los eventos en sí mismos los que nos hacen infelices, sino nuestra interpretación y reacción a ellos, y aunque no siempre se pueden cambiar los eventos, sí se puede cambiar la respuesta. Cuando se producen situaciones negativas, intenta replantearlas centrándote en lo positivo o en lo que puedes aprender de la situación. Tal vez hayas ganado fuerza y resistencia interior, te hayas acercado a un amigo al compartir tu corazón roto o hayas aprendido algo sobre ti mismo. Intenta concentrarte en lo que has aprendido y ganado de tu experiencia en vez de en lo que has perdido.

5

No intentes predecir el futuro

Cuando las cosas no van bien en la vida, los optimistas tienden a ver cada incidente como un evento aislado, mientras que los pesimistas a menudo buscan patrones de mala suerte y piensan «si pasó una vez, volverá a pasar». Sin embargo, es importante no tratar de predecir el futuro basándose en lo que ha ocurrido antes. Recuerde que el fracaso de un plan o de una relación no lo convierte en un fracaso y que el hecho de que algo decepcionante haya sucedido una vez (o más) no significa que vaya a suceder de nuevo.

6

Rodéate de positividad

Pasar tiempo con personas negativas que continuamente ven lo malo en cada situación es una forma segura de asegurarse de que tú también sigas sintiéndote negativo. Para ayudarte a seguir sintiéndote optimista, necesitas rodearte de personas positivas que te ayuden a apreciar lo bueno en las situaciones y en la vida en general. Esto también se aplica a otras influencias en tu vida, como la música, la literatura y el cine: rodéate de influencias positivas y ve el efecto que tienen en tu estado de ánimo.

7

Lleva un diario de gratitud

Cuando algo negativo sucede, nunca deja de escapar nuestra atención. El despertador no suena o el coche no arranca, dejándote de mal humor por el resto del día. Sin embargo, ¿con qué frecuencia te detienes y te das cuenta de todas esas veces en que el despertador ha sonado o el coche ha arrancado? Para cambiar tu enfoque y tu pensamiento, haz un esfuerzo consciente para empezar a reflexionar sobre todas las cosas que van bien y de las que tienes que alegrarte, llevando un diario de gratitud cada mañana o cada noche, enumerando todas las cosas por las que tienes que estar agradecido ese día.

8

Desafiar los pensamientos negativos

A menudo nuestros pensamientos negativos se basan en poco más que nuestros propios miedos, dudas y baja autoestima. Para ayudarte a superarlos, necesitas desafiar constantemente tus pensamientos negativos. La próxima vez que empieces a sentirte negativo, escribe lo que sientes y luego escribe tus argumentos a favor y en contra de estos pensamientos. Pregúntate a ti mismo cuál es la evidencia de que estos pensamientos son verdaderos. ¿Cuál es la evidencia de que no lo son? Incluso podrías intentar actuar a propósito de forma opuesta a como te sientes y ver lo que pasa. Puede que descubras que tus predicciones negativas no se hacen realidad después de todo.

9

Centrarse en la solución en vez de en el problema

10

Fíngelo.

El optimismo no es algo que nos salga natural a todos, y puede que descubras que lleva tiempo cambiar tu forma de pensar. Mientras tanto, intenta poner la acción antes que el sentimiento y fingir una perspectiva más positiva. Los estudios han descubierto que es posible engañarse a sí mismo para sentirse más feliz haciendo los movimientos físicos. Así que, en lugar de seguir tu instinto natural, intenta sonreír y reír más y hablar en un tono más positivo. Actuar de la forma en que quieres sentirte te ayudará en tu camino a ser optimista.

11

No te quedes en el pasado

Lo que se ha ido, se ha ido, y cómo lidias con las secuelas es lo más importante. No tiene sentido culparse a sí mismo o a los demás. Tienes el poder de cambiar una situación y seguir adelante. Es tan fácil decir «debería haber hecho las cosas de manera diferente» con el beneficio de la retrospectiva. Sin embargo, si han pasado cosas malas, mira el mañana como lo que es exactamente – un nuevo día – en el que pueden pasar cosas buenas, si lo permites.

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