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Este tipo de ejercicio construye la fuerza más rápidamente

Una contracción muscular isocinética es aquella en la que un músculo se acorta al contraerse pero, a diferencia de una contracción isotónica, lo hace a una velocidad constante. De hecho, es la tasa de velocidad lo que lo separa de otros tipos de contracción muscular y requiere un equipo especializado, conocido como dinamómetro isocinético, para producirla.

Fuera de un gimnasio o de un entorno de rehabilitación física, las contracciones isocinéticas son poco frecuentes. El ejemplo más cercano puede ser nadar la braza en la que el agua proporciona una resistencia constante al movimiento de los brazos.

Beneficios

A pesar de ser poco comunes, se cree que las contracciones isocinéticas aumentan la masa muscular, la resistencia y la fuerza más rápidamente que cualquier otro tipo de contracción. También son utilizadas por los fisioterapeutas para tratar ciertas lesiones, tanto físicas como neurológicas.

Según un estudio publicado en el Journal of Physical Therapy Science, el entrenamiento isocinético puede utilizarse para tratar la artritis de rodilla, las lesiones de los flexores plantares y los trastornos del movimiento asociados a los accidentes cerebrovasculares y la hemiplejía, entre otras cosas.

Cuando se utilizan para el ejercicio, los movimientos isocinéticos permiten que los músculos ejerzan la máxima fuerza dentro del rango de los movimientos articulares a una velocidad constante. Los beneficios de los movimientos isocinéticos varían en función de la velocidad (velocidad) con la que se realizan. Los ejercicios de baja velocidad generalmente aumentan la fuerza muscular, mientras que los ejercicios de alta velocidad se utilizan principalmente para la recuperación de la resistencia muscular después de una lesión.

Dinamómetro isocinético

Tanto para el entrenamiento de fuerza como para la rehabilitación, las contracciones isocinéticas requieren un equipo especializado, conocido como dinamómetro isocinético, que controla la resistencia colocada en un músculo así como la velocidad del movimiento.

La mayoría de los dinamómetros están diseñados para las rodillas o los codos, pero hay algunos que pueden utilizarse para las muñecas, los tobillos, los flexores de la cadera y otros grupos de músculos. Las máquinas tienen un aspecto similar a las que se encuentran en el gimnasio, pero están controladas mecánicamente y son capaces de medir el rendimiento muscular en un monitor digital.

Los dinamómetros isocinéticos utilizan instrumentos hidráulicos o controlados por motor, preajustados a una velocidad específica. Para utilizar el dinamómetro, el brazo o la pierna se ataría a un brazo con palanca con la articulación (como el codo o la rodilla) colocada a escuadra en el eje. Entonces se le pediría que empujara tan fuerte como pudiera contra el brazo. El dinamómetro, a su vez, resistiría el movimiento para que la velocidad se mantenga constante.

Medir el rendimiento

El dinamómetro isocinético no sólo entrena un músculo de manera efectiva, sino que también puede ser usado para seguir su progreso a lo largo del tiempo.

La fuerza de rotación colocada en el brazo de palanca, conocida como torsión, es una medida fiable del rendimiento muscular (es decir, la «fuerza» de su músculo). Al aumentar gradualmente la resistencia a lo largo del tiempo manteniendo la misma velocidad, no sólo aumentaría su fuerza muscular sino que podría clasificar esas ganancias con un valor numérico. Esto es especialmente importante para los atletas profesionales.

Por ejemplo, si eres capaz de mover el brazo de palanca un pie (0,3 metros) con 100 libras (27,7 kilogramos) de fuerza, el par sería de 100 libras por pie (o 8,31 kilogramos por metro). Con este valor base en la mano, puede medir los cambios en el rendimiento y determinar cuán efectivo o ineficaz es un programa de entrenamiento.

Casi cualquier equipo de gimnasia, desde bicicletas estacionarias hasta máquinas de tirar, puede personalizarse para el entrenamiento isocinético. La mayoría de las máquinas se encuentran en centros de rehabilitación y en instalaciones de entrenamiento deportivo especializado. Las franquicias deportivas profesionales también suelen comprarlas para sus jugadores.

Otros Tipos de Contracción

Las contracciones isocinéticas son sólo uno de los cuatro tipos de contracción que mueven los músculos esqueléticos, permitiendo la movilidad y el movimiento físico. Los otros tipos de contracciones incluyen:

  • Las contracciones concéntricas hacen que los músculos se acorten, generando así fuerza. Se producen durante la fase de levantamiento de un ejercicio, incluido el movimiento ascendente de una flexión, el levantamiento de una barra o el movimiento de tracción de una fila de cables sentada.
  • Las contracciones excéntricas son la contrapartida de las contracciones concéntricas. En lugar de obligar a una fuerza, se oponen a una fuerza a medida que un músculo se alarga. Ejemplos de ello son la bajada durante un abdominales, un pull-up o una caída del tríceps.
  • Las contracciones isométricas son las que no causan ningún movimiento de una articulación. Algunos ejemplos son presionar los brazos contra una pared fija, sostenerse en posición de tablón o hacer una sentada en la pared para construir los cuádriceps.

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