Maltodextrina: ¿que es y para que se utiliza?
La maltodextrina es un carbohidrato que se encuentra comúnmente en suplementos deportivos y alimentos procesados. Pertenece al grupo de azúcares con alto índice glucémico y también se puede utilizar como espesante.
Es un ingrediente común en los alimentos industriales ultraprocesados. Por tanto, es necesario conocer sus efectos en el organismo humano y si su consumo es seguro para la salud. Te presentamos todos los detalles al respecto; la próxima vez que lea esta palabra en la etiqueta de un alimento, sabrá qué es.
¿Para qué se utiliza la maltodextrina?
Las funciones de la maltodextrina pueden variar según el producto en el que se encuentre. En productos ultraprocesados??actúa como espesante. Este ingrediente mejora las características organolépticas de muchos alimentos.
Este azúcar también se encuentra a menudo en las bebidas energéticas deportivas, cuyo principal objetivo es retrasar la aparición de la fatiga. Tomar maltodextrina durante el ejercicio puede estimular la síntesis de glucógeno, según una investigación publicada en el Journal of Strength and Conditioning Research.
Mantener niveles adecuados de estos nutrientes reduce el agotamiento y mejora el rendimiento. El glucógeno es un tipo de reserva de glucosa que el hígado puede necesitar cuando necesita aumentar la producción de energía.
Cómo se obtiene la maltodextrina
En general, la maltodextrina se presenta como un polvo blanco soluble que se puede obtener de varios alimentos. Estos incluyen arroz, maíz y trigo.
Para obtener este ingrediente, los alimentos mencionados deben ser sometidos a un proceso industrial que altere sus propiedades nutricionales. Los almidones se someten a altas temperaturas, luego se agregan enzimas para acelerar su descomposición. Finalmente, se procede a un proceso de hidrólisis, del cual se obtiene la maltodextrina.
El producto final tiene un aporte energético de 4 kcal por gramo, al igual que cualquier otro carbohidrato. Lo que diferencia a algunos azúcares de otros es su índice glucémico (IG), conocido como la capacidad de elevar los niveles de glucosa en sangre.
En este sentido, la maltodextrina tiene un índice glucémico más alto que el azúcar de mesa, por lo que provoca un alto estrés pancreático. Su consumo prolongado puede dañar el páncreas y causar resistencia a la insulina.
¿Es seguro para la salud?
Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) considera que la maltodextrina es segura, su efecto en las personas sedentarias es controvertido. Existe suficiente evidencia científica para afirmar que la ingesta excesiva de carbohidratos aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
Algunas investigaciones publicadas en Nutrients asocian la ingesta de maltodextrina y otros aditivos alimentarios con una alteración de la microbiota intestinal. Esta condición aumenta la inflamación sistémica del organismo y, con ella, la incidencia de enfermedades complejas y crónicas.
En el caso de los deportistas, sin embargo, la situación es diferente. Se recomienda la ingesta regular de carbohidratos para asegurar la reposición de los nutrientes perdidos durante el ejercicio. Esta práctica reduce la incidencia de lesiones musculares.
Uno de los objetivos de la nutrición deportiva es restaurar las reservas de glucógeno. Por tanto, es necesaria la administración de hidratos de carbono.
¿Cuándo no se debe consumir maltodextrina?
Las personas con diabetes o trastornos metabólicos deben evitar ingerir este azúcar de alto índice glucémico. De lo contrario, su salud se verá afectada. Según los expertos, los pacientes con estas afecciones responden mejor a una dieta baja en carbohidratos que al consumo controlado de estos azúcares.
Asimismo, no se recomienda el consumo regular de aditivos como la maltodextrina para quienes padecen disbiosis intestinal. Al ser capaz de alterar la microbiota, podría favorecer la proliferación bacteriana en la zona proximal al intestino delgado, facilitando la aparición de algunas patologías.
Alternativas a este ingrediente
La industria alimentaria utiliza a menudo alternativas a la maltodextrina para asegurar unas características organolépticas adecuadas en los alimentos producidos. Los más comunes son el azúcar, la miel y la melaza.
Esto no significa que las alternativas sean más saludables que la maltodextrina, ya que también se desaconseja su consumo regular. Lo ideal, por tanto, es limitar y reducir la ingesta de hidratos de carbono para proteger la salud. Especialmente aquellos que llevan un estilo de vida sedentario deben prestar especial atención a este aspecto.
Para los deportistas, el problema es diferente, ya que los azúcares son la principal fuente de energía. No obstante, incluso en este caso, se necesita cierto control para garantizar que los efectos no se vuelvan dañinos.
Maltodextrina, un aditivo común
La maltodextrina realiza una serie de funciones dentro de la industria alimentaria. Sin embargo, no es apto para la salud, ya que podría generar diversas dolencias a largo plazo.
Si bien no es necesario excluirlo por completo de la dieta, es útil conocer los productos que contienen este ingrediente para reducir su consumo. Es una buena práctica leer atentamente las etiquetas nutricionales para detectar la presencia de maltodextrina.
En el caso de los deportistas, sin embargo, es posible consumirlo especialmente si está contenido en bebidas energéticas. En caso de duda, hable con su nutricionista, quien podrá responder a todas sus preguntas.