Los huevos duros son una excelente comida. Por un lado, son fuente de proteínas de alta calidad, por otro lado contienen los ácidos grasos necesarios para el funcionamiento del organismo y la cantidad justa de vitamina D.
Durante muchos años se limitó su consumo por temor a un aumento del colesterol, pero hoy estas restricciones han sido desmentidas. Ahora está bien establecido que el consumo de huevos no aumenta los niveles de colesterol en plasma, como se indica en un artículo publicado en la revista Nutrients. De hecho, es un alimento que a menudo debe incluirse en una dieta saludable.
Hay varios métodos para preparar huevos; pero se debe evitar freír. Un método clásico y muy saludable es hervirlos. Los huevos duros se pueden agregar a numerosas preparaciones y son la principal fuente de proteínas en la dieta de muchos atletas.
Sin embargo, cocinar un huevo a la perfección no es tarea fácil. En este artículo describimos los pasos a seguir para cocinar huevos duros perfectos según la ciencia.
Consejos para cocinar huevos duros perfectos según la ciencia
La elección de los huevos
El primer paso es elegir el tipo de huevos que queremos cocinar. En el mercado hay huevos de diferentes tamaños clasificados por letras. Generalmente, y al contrario de lo que se pueda pensar, los más pequeños son los de mayor calidad organoléptica.
Esto se debe a que un huevo pequeño tiene el sabor más concentrado. Sin embargo, es común que el huevo más grande sea más conocido como producto.
Es posible que esto se deba al mayor precio del huevo grande que del pequeño. La producción de huevos XL es menor, por lo que los productores se ven obligados a incrementar su valor.
Temperatura de cocción
Una de las dificultades de cocinar bien un huevo es cocinar bien las dos partes que lo componen. La clara y la yema de huevo están formadas por diferentes elementos, por lo que la temperatura necesaria para cocinarlos puede ser ligeramente diferente.
La temperatura correcta para cocinar un huevo en su conjunto es de 82 grados. A esta temperatura, nos aseguramos de que las proteínas blancas alcancen un punto de cocción adecuado, mientras que la yema no se seque en exceso.
Es fundamental introducir los huevos ya en el agua hirviendo para evitar que el posterior pelado sea demasiado difícil. El tiempo de cocción correcto es de 11 minutos y debe agregar sal al agua desde el principio.
Sin embargo, debes dejar de cocinar una vez que los huevos estén listos. Para ello, se debe preparar un recipiente lleno de agua helada y sacar los huevos de la olla directamente insertados. Después de unos 30 segundos puedes sacar los huevos del agua fría y empezar a pelarlos.
Los huevos duros son un ingrediente ideal
El huevo cocido es un ingrediente que se encuentra en una gran cantidad de recetas. Es un elemento esencial de muchas ensaladas, se puede utilizar como principal fuente de proteínas o para realzar el sabor de los platos.
Asimismo, se puede consumir tanto caliente como frío y tiene un excelente almacenamiento en el frigorífico. Aunque muchas personas descartan la yema de los huevos para consumir solo la clara, el huevo en su conjunto aporta una cantidad de nutrientes más que interesante para nuestra salud.
Por tanto, se recomienda el consumo de huevos como fuente importante de proteínas. Estamos ante una proteína prácticamente perfecta en cuanto a calidad, según un estudio publicado en 2018. Contiene todos los aminoácidos esenciales para el ser humano, y además tienen una alta digestibilidad.
Las dietas actuales consideran que el pescado y los huevos son las mejores opciones de proteínas, dejando el consumo de carne en un segundo plano.
Los huevos mejoran la dieta
La preparación de huevos duros es un proceso más complicado de lo que parece a primera vista. Obtener una cocción perfecta, que asegure el mantenimiento de las cualidades organolépticas del producto y facilite su posterior pelado, no es tarea fácil.
Para ello es necesario tener en cuenta la temperatura del agua y su posterior inmersión en agua fría. Cabe destacar que el tiempo de cocción siempre dependerá del tamaño del huevo: los más grandes tardarán aproximadamente un minuto más en estar listos que los pequeños.
