Nutrición

Efecto placebo de los alimentos: ¿es real?

El efecto placebo de los alimentos es un nuevo campo de estudio, dada la creciente importancia de los alimentos como equilibrio para la salud o la enfermedad. Aunque es evidente que todo lo que traemos a la mesa afecta a nuestro bienestar o malestar, seguro que también entra en juego la imaginación.

Impulsa el consumo de ciertos alimentos casi como si fueran mágicos. De otros, solo se destacan los efectos específicos que afectan positivamente la salud de uno u otro órgano. Y en algunas personas parece que el efecto funciona.

Son estos efectos, maravillosos o particularmente beneficiosos, los que han planteado la cuestión del efecto placebo de los alimentos. ¿Es posible que con la comida ocurra algo parecido a las drogas? Veamos qué dice la ciencia.

¿Qué es el efecto placebo?

El efecto placebo se conoce desde 1800, gracias al médico inglés John Haygarth. Desde entonces se ha tenido en cuenta de forma sistemática, tanto en la experimentación de nuevos fármacos como en el tratamiento con ellos. Este efecto se produce cuando, al ingerir cualquier sustancia con la idea de que es un medicamento, se obtiene una mejoría.

Ahora sabemos, por ejemplo, que un placebo caro es más eficaz que un placebo barato, incluso si solo es azúcar. Curiosamente, se ha demostrado que las pastillas rojas tienen efectos más pronunciados que las pastillas azules.

Durante mucho tiempo, el efecto placebo solo se consideró el resultado de una sugerencia o «medicina falsa». En los últimos años, sin embargo, y con la ayuda de la tecnología, la ciencia ha demostrado que un placebo puede generar cambios positivos reales en el cerebro. Y los cambios positivos estimulan la curación.

Un campo de investigación reciente

El efecto placebo de los alimentos es un área de investigación más reciente. Una de las pioneras es Alia Crum, psicóloga clínica e investigadora de Columbia Business School. Uno de sus experimentos más famosos tiene que ver con la ingesta de calorías.

Se anunció a un grupo de voluntarios que se les ofrecería un batido de 640 calorías. A otro grupo se le dijo que contenía 140. De hecho, el batido tenía 340 calorías en ambos casos. Las personas convencidas de haber recibido una bebida alta en calorías se sintieron llenas de inmediato. Los demás empezaron a sentir hambre.

Otros estudios han demostrado que en situaciones similares incluso se puede perder o aumentar de peso. La creencia de que un alimento puede tener cierto efecto tiene una influencia significativa en la posibilidad de que se realice. Es el efecto placebo de los alimentos.

El poder del efecto placebo

Los nuevos hallazgos sobre el efecto placebo, tanto en nutrición como en entornos más tradicionales, son sugerentes. Uno de los datos más interesantes es la confirmación de que el efecto no se limita al ámbito de la psique, sino que también actúa a nivel bioquímico y molecular.

Durante el reciente congreso en Leiden (Alemania) sobre el efecto placebo, las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética mostraron la activación de determinadas zonas del cerebro tras la toma de un comprimido. La tableta no contenía ningún ingrediente activo, pero el médico lo indicó como medicamento.

Kathryn T. Hall, bióloga molecular, y Ted J. Kaptchuk, director del programa de estudios de placebo en la Escuela de Medicina de Harvard, contribuyeron al tema con varios descubrimientos.

La investigación realizada por su equipo indica un vínculo entre la mutación en la enzima catecolmetiltransferasa (COMT) y una mayor o menor respuesta al efecto placebo.

El efecto placebo y la comida: ¿es real?

Todavía estamos muy lejos de comprender completamente el efecto placebo. En general, en experimentos con fármacos, se demostró que el placebo era eficaz en un tercio de los voluntarios. Esto puede significar que tiene un poder real, pero queda mucho por explicar.

En cuanto a la nutrición, sabemos que para los humanos, la comida no es la simple suma de las sustancias que toma. Tiene un valor simbólico y, por tanto, está vinculado a creencias y emociones.

Entonces, y como demostró el experimento de Alia Crum, el efecto que tiene la comida en nuestro organismo depende en gran medida de nuestras ideas preconcebidas. Si pensamos que nos hará daño o bien, probablemente lo hará. Pero todo parece indicar que existe el efecto placebo de los alimentos.

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