¿Comer cáscara de fruta o quitarla?
La piel de la fruta es un elemento interesante desde el punto de vista nutricional. Algunos autores desaconsejan ingerir cáscaras de frutas debido al posible contenido de metales pesados??o químicos potencialmente nocivos para la salud.
Aún así, está repleto de nutrientes y elementos necesarios para proteger nuestra salud. A continuación, explicamos qué son estos nutrientes y cuáles son las medidas necesarias a implementar para poder comer la piel de la fruta sin incurrir en riesgos.
La piel aporta mucha fibra
Aunque no todos los tipos de piel son comestibles, este elemento contiene una cantidad significativa de fibra. La fibra ayuda a prevenir el cáncer de colon, mejora el tránsito gastrointestinal y reduce la incidencia de otras enfermedades graves.
Además, el consumo regular de fibra mejora la calidad y la biodiversidad de la microbiota. Esto puede tener un efecto positivo en muchas otras funciones del cuerpo.
No debemos olvidar que un consumo moderado de fibra retrasa la digestión y, por tanto, la absorción de azúcares. Esto dará como resultado un pico de insulina más bajo y el estrés pancreático también será significativamente menor. En un mundo donde la diabetes se ha convertido en una enfermedad endémica, cualquier estrategia de prevención es bienvenida.
La cáscara de la fruta también contiene nutrientes.
Comer cáscara de frutas significa obtener, en principio, vitaminas y minerales. Precisamente por ello, consumirlo supone incrementar la ingesta de micronutrientes.
Hay culturas y países del mundo donde se hornea la cáscara para que sea apta para el consumo o se utiliza para preparar infusiones, para que las vitaminas pasen al agua caliente. Esto se debe a que la mayoría de las vitaminas de la fruta son solubles en agua, por lo que pasan de la cáscara al agua caliente en la que se sumerge. Generalmente en estos casos se utiliza cáscara de cítricos, por ejemplo, para aliñar ensaladas.
Por otro lado, la piel de algunas frutas cuenta con un importante contenido en antioxidantes. Estas sustancias son fundamentales para prevenir la oxidación, el envejecimiento y la aparición de radicales libres.
Consumir antioxidantes de forma regular es fundamental para asegurar un buen estado de salud y para ello no debemos rechazar una fuente importante como es la piel de frutas.
Comer cáscara de frutas y el riesgo de pesticidas
Los autores que defienden el consumo de fruta pelada se basan en la posible presencia en la piel de productos químicos que interfieren en la calidad de la misma. Para evitar la ingestión de estas sustancias, la fruta debe lavarse adecuadamente antes de considerarla apta para el consumo.
Es buena idea poner la fruta bajo el chorro de agua y frotarla un poco para estar seguro de su correcta higiene. Incluso limpiarlo con un paño húmedo puede ser suficiente.
En el caso de las mujeres embarazadas, sería preferible evitar consumir fruta con cáscara para evitar posibles intoxicaciones por toxoplasmosis. En caso de que prefieras comerlo, lo ideal sería lavar bien los alimentos con un producto que elimine posibles bacterias.
Es bueno lavar bien la fruta antes de consumirla con la piel también para quitar la cera. Generalmente estas sustancias se utilizan con el fin de mejorar el aspecto del producto comercializado. La cera se aplica a la fruta mediante un aerosol no comestible, pero es mejor lavarla bien para evitar la ingestión accidental de productos químicos.
No obstante, siempre es preferible elegir variedades ecológicas o de confianza a frutas de supermercados o grandes cadenas. De esta forma nos aseguraremos de acceder a un producto significativamente más limpio y saludable, con una presencia reducida de productos químicos y con una mejor calidad organoléptica.
¿Comer la cáscara de la fruta o no? Conclusiones
La fruta siempre se debe comer con la cáscara. Este último, de hecho, aporta las vitaminas y antioxidantes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Sin embargo, se debe tener cuidado con la higiene de los alimentos para evitar la ingestión de productos químicos no deseados. Comprar fruta en una tienda de confianza es garantía de calidad; además, el lavado del producto antes de su consumo reduce la presencia de pesticidas en la superficie.