Nutrición

Azúcar invertido: ¿que es y para que sirve?

Entre los muchos edulcorantes que podemos encontrar en los productos industriales, el azúcar invertido destaca por sus propiedades edulcorantes. En este espacio te contamos qué es y cómo se utiliza.

El abuso del azúcar invertido no está exento de riesgos. Debe consumirse de forma esporádica, ya que genera picos glucémicos que son perjudiciales para el organismo. Consumir productos que lo contengan de vez en cuando no es arriesgado, pero es recomendable prestarle atención y evitar un consumo prolongado.

¿Cómo se obtiene el azúcar invertido?

Para producir azúcar invertido, el azúcar de mesa normal debe someterse a una reacción química llamada hidrólisis. Este proceso descompone la sacarosa en sus elementos constituyentes: glucosa y fructosa.

Este mecanismo puede ocurrir de manera espontánea, por ejemplo ocurre al hacer mermelada. La adición de limón y azúcar a la fruta provoca este proceso de inversión que da como resultado el azúcar invertido. Es posible encontrarlo espontáneamente también en la naturaleza, siendo característico del jarabe de arce.

También existe la opción de procesar azúcar invertido en casa. Para ello se necesitan sustancias como el bicarbonato de sodio y el ácido tartárico.

Debe mezclar el bicarbonato de sodio con el azúcar de mesa y calentar la mezcla con agua hasta que hierva. Luego se agrega el ácido tartárico y se deja enfriar, obteniendo así el azúcar invertido.

Para saber más: Aditivos alimentarios: cómo actúan en nuestro organismo

¿Dónde podemos encontrarlo?

El azúcar invertido se utiliza en productos industriales para hacerlos más sabrosos. Esta sustancia también le permite variar otras características organolépticas, como la consistencia. Participa en el proceso de fermentación, por lo que es común incluirlo en productos horneados, junto con la levadura.

Además de esto, a menudo se agrega azúcar invertido para retrasar el secado y la rancidez de los productos. El propósito es aumentar la vida útil del producto.

Precisamente por eso juega un papel crucial en la industria del helado. Es capaz de prevenir la formación de grandes cristales de hielo, mejorando así la consistencia del helado, además de facilitar su suavidad.

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No tiene que consumirse con regularidad.

Aunque potencia el sabor de los alimentos, no debemos olvidar que el azúcar invertido forma parte de los carbohidratos simples. La ingesta regular de estos macronutrientes se asocia con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, según una investigación publicada en Critical Reviews in Clinical Laboratory Sciences.

Además, consumir alimentos con alto contenido de fructosa puede provocar enfermedades hepáticas. Varios estudios científicos asocian la ingesta constante de estas sustancias con un mayor riesgo de enfermedades como el hígado graso.

Según los expertos, el consumo prolongado de azúcar puede crear cierta adicción, por lo que no se recomienda incluirlo en la dieta habitual en ninguna de sus variantes. Sin embargo, es posible permitirse una excepción a la regla de vez en cuando, sin tener que eliminarla por completo.

Alternativas al azúcar invertido

Para satisfacer a los golosos, lo mejor es optar por alimentos que tengan cierta cantidad de fructosa en su composición, así como otros nutrientes de calidad. Nos referimos a la fruta, que puede introducirse en la dieta de muchas formas distintas.

Lo ideal es consumirlo de forma natural, aunque en ocasiones se puede licuar o combinar con otros ingredientes para obtener productos horneados saludables.

Al hacerlo, reducimos el impacto pancreático y el estrés que produce el azúcar de mesa. Además de esto, aportamos al organismo fitonutrientes con una alta capacidad antioxidante. Sin olvidar las vitaminas, imprescindibles para el buen funcionamiento de las células.

Azúcar invertido: un potente edulcorante

El azúcar invertido es un ingrediente que se obtiene del azúcar de mesa y cuyo uso se limita a la fabricación de productos industriales.

Entre sus características destaca la capacidad de potenciar el sabor y la textura de los alimentos, pero tiene bajos valores nutricionales ya que ofrece solo carbohidratos con un alto índice glucémico. Esta condición debería empujar a limitar el consumo, ya que la ingesta de estos nutrientes se asocia a un deterioro de la salud a medio y largo plazo.

Esto no significa que no se pueda consumir ocasionalmente. También se puede hacer en casa y agregar a los productos horneados para hacerlos más sabrosos y mejorar su textura.

Si eres un amante de los dulces, no obstante, te aconsejamos que priorices el consumo de fruta antes que recurrir al azúcar de mesa o cualquiera de sus derivados.

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