Es normal preocuparse por la nutrición de sus hijos; después de todo, la dieta juega un papel fundamental en su salud. En particular, muchos padres quieren que la nutrición de su bebé en el verano sea de calidad.
Afortunadamente, disponer de más tiempo y así poder encontrar con mayor facilidad productos frescos y saludables facilita esta tarea. ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta? A continuación, compartimos algunos consejos para una mejor nutrición de su bebé en el verano.
7 consejos para alimentar a su bebé en verano
1. Introduzca frutas de temporada en su dieta
El verano ofrece una amplia variedad de frutas frescas, refrescantes, dulces e hidratantes, perfectas para el paladar de los más pequeños.
La temporada de verano, por tanto, es la época ideal del año para ofrecer fruta a nuestros hijos con más frecuencia. Si los niños se muestran reacios, podemos preparar juntos diferentes recetas para aumentar su deseo por la fruta.
Por ejemplo, puedes hacer un batido de sandía o un sorbete de melón. Otra opción saludable y deliciosa es una ensalada de frutas con mango, piña, manzana y otras frutas.
2. Crema de verduras y ensaladas
Cuando hace más calor, comer platos frescos y ligeros es un placer, sobre todo para los niños. Por eso está bien reemplazar las verduras cocidas o las sopas con otros platos adecuados para la temporada de verano.
Las verduras y hortalizas aportan gran cantidad de nutrientes y su presencia en la dieta se asocia a un menor riesgo de padecer determinadas enfermedades durante la edad adulta.
Las sopas frescas son platos ideales para alimentar al bebé en verano. Lo mismo ocurre con las ensaladas de pasta o legumbres, a las que se pueden agregar ingredientes que no son fácilmente apreciados por los niños, como pepinos o pimientos.
También te puede interesar: Verduras de temporada: 3 deliciosas recetas
3. Helados de frutas caseros
Los helados se encuentran entre las comidas favoritas de los más pequeños. En muchos casos, sin embargo, son una fuente de exceso de azúcar o grasas nocivas para la salud.Afortunadamente, podemos prepararlos en casa de forma sencilla y en muy poco tiempo, sin necesidad de adquirir maquinaria específica.
- Lo ideal es preparar helados con la fruta favorita del niño.
- Si tu pequeño prefiere los helados cremosos, puedes hacerlos con leche, bebida de coco, yogur o aguacate.
- El cacao, la vainilla o la fruta en puré agregan sabor sin agregar colores o sabores artificiales.
4. Involucre a los niños en la cocina
La vida diaria durante todo el año está llena de deberes y rutinas tanto para padres como para niños. El verano y las vacaciones, en cambio, son el momento ideal para involucrar a los más pequeños en la preparación de los platos.
Cocinar despierta su curiosidad e interés por la comida, además de ayudarles a desarrollar sus sentidos del gusto y el olfato. Y eso no es todo: también estimula una mayor variedad y calidad de los alimentos consumidos, y también estarán dispuestos a probar otros nuevos en el futuro.
Puede lavar tomates o mezclar garbanzos para hacer hummus. El objetivo es divertirse y estimular sus actitudes. Déjate llevar por la imaginación y prueba nuevas recetas con tus hijos.
5. Comparta cada comida con los niños.
Otro consejo para asegurarte de que la alimentación de tu bebé en verano sea de calidad es ser un ejemplo. Varias encuestas indican que el ejemplo de los padres está asociado con un mayor consumo de frutas y verduras por parte de niños pequeños y adolescentes.
Ver a los adultos comer alimentos saludables es una manera segura de que los niños hagan lo mismo. Por otro lado, es importante tener en cuenta algunos aspectos, como:
- Siéntate a comer con los niños, dales suficiente tiempo y haz del almuerzo un momento agradable.
- Ofrezca a los más pequeños una amplia variedad de alimentos saludables, especialmente frutas y verduras.
- No los obligue a comer, ya que podría desencadenar su aversión. Lo ideal es ofrecer determinados alimentos de forma repetida.
6. Prepare comidas ligeras
En el verano, los niños pasan gran parte de su tiempo jugando y realizando actividades al aire libre, pero esto no aumenta el apetito. De hecho, las altas temperaturas están asociadas con inapetencia, menor consumo metabólico y menor actividad enzimática asociada con la digestión.
Por tanto, es preferible optar por recetas ligeras, con pocas salsas, bajas en grasas y con un método de cocción fácil de digerir. Agregar nueces, pescado azul, legumbres o cereales integrales hace que los platos sean más nutritivos.
También te puede interesar: Combatir el calor con 10 consejos útiles
7. Asegurar un buen suministro de líquidos en la dieta del bebé en verano.
En la temporada de verano, no se debe descuidar el consumo de líquidos por parte de los niños. Los niños tienen un mayor porcentaje de líquidos en el cuerpo que los adultos. Estos líquidos también deben reponerse con regularidad.
Los expertos recuerdan la importancia de animar a los niños a beber, ya que suelen olvidarlo, sobre todo en verano, cuando las temperaturas son altas y se mueven mucho más. Es igualmente importante señalar que no todas las bebidas son iguales en cuanto a hidratación corporal:
- Se debe priorizar el agua o la leche para que formen parte de los hábitos alimenticios del bebé.
- Las bebidas azucaradas, los refrescos de cola o los jugos de frutas industriales contienen mucha azúcar y pocos nutrientes. Su consumo está asociado con una mayor incidencia de obesidad y caries.
- Las bebidas energéticas tienen ingredientes que no son aptos para los más pequeños.
Los secretos de una buena nutrición para tu bebé en verano
Para que los niños coman bien en verano, es necesario asegurar un correcto consumo de frutas, verduras y otros alimentos frescos. Los horarios de las comidas no deben descuidarse y, en la medida de lo posible, es preferible ofrecer a los más pequeños recetas frescas y ligeras. ¡Mantén esto en mente!
