Llena de fibra de relleno, la avena es la forma perfecta de alimentar el comienzo de tu día con energía duradera. Este bonito bol de avena de frambuesa de coco en color rosa está endulzado naturalmente con frambuesas congeladas, por lo que no contiene azúcar añadido. Además, es fácil de preparar para las mañanas ocupadas: ¡sólo hay que hervir todo a fuego lento hasta que esté cremoso y servir!
Ingredientes
- ¼ taza de acero de avena cortada, sin cocer
- ¾ taza de leche de coco sin azúcar
- ½ taza de frambuesas congeladas
- pizca de sal
- 1 cucharada de copos de coco sin endulzar
- 1 cucharadita de semillas de chía
Preparación
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En una olla pequeña, bate la avena, la leche de coco, las frambuesas y la sal a fuego medio.
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Hervir a fuego lento de 10 a 20 minutos, revolviendo de vez en cuando para evitar que se queme, hasta que la avena esté cremosa y tierna. Si la avena se está secando demasiado, añadir ¼ taza de agua a la olla.
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Vierte la avena en un tazón y cúbrela con copos de coco y chia.
Variaciones y sustituciones de ingredientes
Cocinar avena a fuego lento con fruta congelada es un método único. No sólo añade un delicioso sabor afrutado, sino que también endulza la avena sin añadir azúcar. Además, ¡convierte tu desayuno en un hermoso tono de color! Las frambuesas que usé en esta receta son mis favoritas porque se descomponen en la avena, pero también es delicioso con cerezas, arándanos, fresas y mango congelados.
Mientras que esta avena obtiene un toque de dulzura de los azúcares naturales de la fruta, si prefiere la avena un poco más dulce, añada una o dos cucharaditas de miel, jarabe de arce puro o su edulcorante no calórico favorito.
¿Te aburres de la avena? ¡Intenta experimentar con otros granos enteros para el desayuno! Cambia la avena por ½ taza de quinoa, farro o cebada cocida para disfrutar de diferentes texturas. La quinoa tiene una textura más parecida a las gachas cuando se hierve a fuego lento en leche de coco, mientras que el farro y la cebada son granos más grandes y más masticables.
Consejos para cocinar y servir
Si te encuentras constantemente con prisas por la mañana, haz un gran lote de esta avena y guárdalo en contenedores individuales en la nevera. Sólo tienes que añadir un poco más de leche de coco para diluirla antes de recalentarla en el microondas.
Siempre recomiendo a mis clientes, especialmente a los que tienen diabetes, que incluyan alimentos que contengan proteínas y grasas en el desayuno. Ambos toman más tiempo para digerir que los carbohidratos, ayudando a mantener estable el azúcar en la sangre hasta la próxima comida o bocadillo.
También ayuda a mantenerte lleno por más tiempo. Para añadir proteínas y grasas a esta receta, sirva esta avena espolvoreada con su elección de nueces o con un huevo o dos a un lado. También puedes añadir una cucharada de proteína en polvo. Sólo asegúrate de elegir una sin azúcar añadida y añade un poco de líquido extra para evitar que se seque.
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