Nutrición

Guía alimentaria para la insuficiencia renal

Las personas que padecen insuficiencia renal, especialmente en la forma crónica, necesitan cambiar su dieta. El objetivo es seguir una guía dietética para la insuficiencia renal que mantenga un estado nutricional óptimo y ayude a reducir la acumulación de toxinas, que los riñones no pueden eliminar.

En el artículo de hoy te explicamos todo lo que necesitas saber, una auténtica guía alimentaria para personas que padecen insuficiencia renal.

Una guía alimentaria para la insuficiencia renal

La desnutrición calórico-proteica es muy común en pacientes con insuficiencia renal crónica. Esta condición es particularmente grave porque es un predictor de mortalidad y la aparición de enfermedades graves.

Por ello, conocer las necesidades dietéticas del paciente con insuficiencia renal en las diferentes etapas de desarrollo de la enfermedad es fundamental. Se debe saber que existen diferentes grados de gravedad de esta patología: insuficiencia renal aguda y crónica y terapia renal sustitutiva (hemodiálisis y diálisis peritoneal).

En el artículo de hoy te mostraremos una guía alimentaria a seguir en las diferentes etapas de la enfermedad. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que cada dieta debe adaptarse al paciente individual.

La dieta para las diferentes etapas de la enfermedad.

La guía alimentaria para la insuficiencia renal es muy estricta, porque implica limitar o eliminar determinados grupos de alimentos. Si el paciente está en diálisis continua, la dieta puede ser un poco más indulgente.

1. Verifique la cantidad de proteína

La restricción de proteínas en las dietas para la insuficiencia renal moderada ralentiza el curso de la enfermedad. En realidad, las proteínas ejercen mucho trabajo sobre los riñones, pero son necesarias para una dieta equilibrada.

Actualmente, la guía dietética para dietas hipoproteicas recomienda una cantidad de proteína igual a 0,8 g / kg / día (60% de alto valor biológico) si el paciente no está en diálisis. Si el paciente se somete a diálisis, se puede aumentar la cantidad.

2. Reducir el potasio y el fósforo

La acumulación de potasio en la sangre aumenta el riesgo de desarrollar cambios cardíacos. Por esta razón, siempre se deben controlar los valores de potasio plasmático. Además de eso, los altos niveles de fósforo pueden dañar los huesos a largo plazo.

3. Asegurar un consumo suficiente de calcio y vitamina D

La disminución de vitamina D provoca un déficit de absorción intestinal de calcio. Esto puede provocar arteriosclerosis, disfunción endotelial e hipertrofia ventricular. Por tanto, es fundamental tomar un suplemento de vitamina D.

Un estudio publicado en la revista Nephrology indica que los suplementos de vitamina D proporcionan un beneficio vascular a los pacientes sometidos a hemodiálisis.

4. Verifique su consumo de sal en su guía de alimentos para la insuficiencia renal

La guía alimentaria para pacientes con insuficiencia renal presta especial atención al control de la sal. El sodio, de hecho, promueve la retención de agua, que los riñones no pueden eliminar. Si no tiene hipertensión, puede consumir 1-2 g / día.

5. Limite la ingesta de líquidos

Si el paciente se somete a diálisis, se debe verificar la cantidad de líquidos que consume al orinar con frecuencia.

Si se ingieren grandes cantidades de líquido, que no se expulsan, este líquido puede acumularse en los tobillos o alrededor de los pulmones o el corazón. Es recomendable pesarse siempre en la misma báscula para comprobar que el peso no aumenta en las sesiones de diálisis.

Guía alimentaria para la insuficiencia renal y las necesidades nutricionales

Para seguir los consejos dietéticos que acabamos de revisar, debes tener en cuenta los siguientes principios de nutrición.

  • Consulte a un nutricionista para que pueda definir un plan de alimentación específico para sus necesidades.
  • Controla el consumo de legumbres, verduras, frutas, frutos secos y cacao, todos alimentos ricos en potasio. Esto ayudará a evitar la hiperpotasemia.
  • Si come verduras, legumbres o patatas, déjelas en remojo al menos 3 horas antes de cocinarlas. Luego hiérvelos dos veces, eliminando el agua de cocción cada vez. Finalmente, sofríelos para reducir el contenido de agua.
  • Otra forma de comer verduras es congelarlas. La fruta en conserva o cocida debe limitarse a 2 porciones por día.
  • Es mejor comer tostadas, ya que contienen menos agua.
  • Limite el consumo de productos integrales, ricos en fósforo y potasio.
  • Evite las bebidas, incluso aquellas con edulcorantes, porque no eliminan la sensación de sed.
  • No coma alimentos ultraprocesados, como purés enlatados, salchichas, carnes y pescados ahumados y aperitivos enlatados. Todos son alimentos ricos en sal.
  • De vez en cuando coma productos lácteos internos, ya que son muy ricos en fósforo.

Como ha visto, la guía alimentaria para la insuficiencia renal es bastante compleja. Por tanto, póngase en contacto con un especialista en nutrición para desarrollar una dieta adecuada a su situación.

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