Lesiones

Cómo prevenir, identificar y tratar una fractura por estrés

Las fracturas por estrés son pequeñas grietas en la superficie de un hueso que se producen como resultado de un uso repetitivo. Se producen con mayor frecuencia en la parte inferior de la pierna o el pie. Se consideran una lesión grave por uso excesivo, pero a menudo pueden prevenirse si se tiene cuidado de aumentar la distancia y la intensidad de la carrera.

Síntomas de Fracturas por Estrés

Notará un dolor muscular gradual, rigidez y un dolor puntual en el hueso afectado. El dolor, la sensibilidad y, a veces, la hinchazón se encuentran en un punto específico y empeoran con el tiempo. A diferencia de algunos dolores al correr, el dolor permanece igual o empeora, incluso después de haber calentado. El diagnóstico temprano es crítico porque la lesión puede empeorar y eventualmente convertirse en una fractura completa del hueso.

Lesiones y dolores comunes por correr

Causas de las fracturas por estrés

Las fracturas por estrés ocurren con mayor frecuencia cuando los corredores aumentan la intensidad y el volumen de sus entrenamientos durante varias semanas a unos pocos meses. La escasez de calcio que puede provocar el debilitamiento de los huesos, o un defecto biomecánico -ya sea en su estilo de correr o en la estructura de su cuerpo, que puede llevar a poner demasiado estrés en una determinada parte del cuerpo- también puede contribuir a la lesión. Las fracturas por estrés más comunes en los corredores se producen en la tibia (el hueso interno y más grande de la pierna debajo de la rodilla), el fémur (hueso del muslo), el sacro (hueso triangular en la base de la columna vertebral) y los huesos metatarsianos (del pie).

Prevención de Fracturas por Estrés

Asegúrate de llevar los zapatos adecuados para tu pie y tu estilo de correr. Hazte un análisis de la marcha en una tienda de carreras. Reemplace sus zapatos cada 300 o 400 millas para asegurarse de que no está corriendo con zapatos desgastados. No aumente su kilometraje semanal en más de un 10% cada semana. Si se está entrenando para una carrera de larga distancia, disminuya el kilometraje semanal total cada 3 o 4 semanas para darle un descanso a su cuerpo. Tómese días libres para correr y entrenar para evitar poner demasiado estrés en ciertas áreas de su cuerpo.

Asegúrate de que estás haciendo un calentamiento adecuado, haciendo un trote o una caminata lenta durante cinco minutos y ejercicios de calentamiento, antes de empezar a correr. Termina con una carrera de enfriamiento fácil durante cinco minutos y estiramientos.

Coma una dieta sana y equilibrada y asegúrese de que está recibiendo suficiente calcio y vitamina D (necesaria para la absorción del calcio). Hable con un médico para saber si debe tomar algún tipo de suplemento. Evitar las bebidas gaseosas, el alcohol y el tabaco ayuda a reducir el riesgo de una baja densidad mineral ósea.

Fortalecer los músculos alrededor de los huesos puede mantenerlos lo suficientemente fuertes para evitar fracturas por estrés. Dado que la tibia (hueso de la espinilla) es el lugar más común de las fracturas por estrés, asegúrese de fortalecer los músculos de la espinilla y las pantorrillas haciendo ejercicios simples como levantamiento de los dedos de los pies y levantamiento del talón.

Tratamiento de las Fracturas por Estrés

Si tiene síntomas de una fractura por estrés, debe dejar de correr inmediatamente y consultar a un médico. Ellos pueden realizar una radiografía que puede mostrar una fractura. Sin embargo, las fracturas por sobrecarga a veces no aparecen en las radiografías, por lo que puede ser necesario un escáner óseo para su diagnóstico. Tenga en cuenta que debe obtener un diagnóstico adecuado para una fractura por sobrecarga; no intente autodiagnosticarse.

Su lesión probablemente lo mantendrá alejado de las carreteras durante unas seis semanas, y dependiendo de la gravedad de la fractura por sobrecarga puede necesitar un yeso. No te metas con una fractura por estrés, no es el tipo de lesión que puedes atravesar. Es grave y podría empeorar si sigue corriendo. El descanso, los antiinflamatorios, el estiramiento y el fortalecimiento muscular son tratamientos recomendados. El entrenamiento cruzado y la carrera en el agua son posibles alternativas a la carrera mientras se recupera. Asegúrese de llevar una dieta nutritiva, ya que una nutrición inadecuada, especialmente la falta de calcio, puede retrasar la curación.

Cómo volver a correr después de un descanso

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