Fitness

Vida activa: ¿necesitamos el gimnasio?

Una vida activa es la solución para combatir el sedentarismo y los riesgos asociados a él, para la salud y el bienestar psicofísico.

Según los datos publicados por Istat en 2018, en Italia el 35,9% de la población no practica suficiente actividad física. En los últimos cinco años, el porcentaje de población activa ha crecido casi 5 puntos, lo que en números absolutos significa que al menos dos millones y medio de personas han comenzado a practicar deporte. Esta es una buena noticia para nuestro país, pero ¿cuáles son las tendencias generales?

Al mismo tiempo, como refleja el último informe anual del mercado europeo de fitness y salud, parece que el fitness se ha convertido en el más practicado en Europa para su uso.

Según este informe, parece que el gimnasio no es la solución para inducir a la mayoría de las personas a llevar una vida activa ya que, independientemente de sus beneficios teóricos, no está generando suficiente adherencia.

La investigación actual también nos dice que además de cumplir con las recomendaciones de actividad física impulsadas por organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo realmente importante para los adultos es evitar sentarse demasiadas horas.

Entonces, ¿es necesario ir al gimnasio?

En cuanto a la salud, parece que ir al gimnasio es inútil e insuficiente ya que, no solo no impide que pasemos demasiadas horas sentados, sino que tampoco sirve para satisfacer las recomendaciones sobre actividad física por la falta de continuidad.

Probablemente, la falta de continuidad se deba a que practicar deporte en el gimnasio lleva un tiempo que la mayoría de la gente dice no tener, es aburrido o requiere un esfuerzo excesivo cuando no estás en la forma física suficiente.

Vida activa: ¿cómo incluir la actividad física en la vida cotidiana?

Como decíamos, en todos los países occidentales existe un problema de sedentarismo y parece que el gimnasio no es la solución. Para evitar daños resultantes de la inactividad física, debe:

  1. Siga las recomendaciones sobre la actividad física diaria.
  2. Evite sentarse durante muchas horas.

La OMS recomienda un mínimo de 20 minutos por día de actividad física moderada (150 minutos por semana). Sin embargo, la mayoría de las investigaciones indican que el riesgo cardiovascular alcanza su nivel más bajo cuando supera los 7500 pasos / día, lo que equivale aproximadamente a 1 hora y 15 minutos.

Pequeños gestos contra un estilo de vida sedentario

Parece que cuanto más nos movemos mejor, al menos necesitamos llegar a los 150 minutos semanales recomendados por la OMS. Para ello, y con el fin de evitar problemas de adherencia, lo mejor es:

  • Sube las escaleras en lugar de tomar el ascensor.
  • En bicicleta o caminando hacia y desde el trabajo.
  • Acompañar o llevar a los niños al colegio a pie.
  • Compras en el supermercado. En cuanto a la actividad física, lo ideal sería realizar pequeñas compras todos los días. Sin embargo, las necesidades diarias lo hacen imposible en la mayoría de los casos. Sin embargo, si tienes que hacer un gasto más importante, siempre puedes pedir que te lo entreguen en tu domicilio; incluso si ha regresado «con las manos vacías», al menos habrá caminado lo suficiente.
  • Evite utilizar cualquier medio de transporte para viajes de menos de 20 minutos.
  • Opta por el transporte público.
  • Realización de las tareas del hogar.
  • Dar un paseo. Si logras terminar el día con una pequeña caminata, además de mejorar tu salud física, también cuidarás tu bienestar psicológico.
  • Practicar ejercicio divertido y adaptado a tu condición física.

Estrategias específicas para el trabajo sedentario y la vida activa

Además de lo anterior, es importante implementar algunas estrategias en el lugar de trabajo. ¿Porque? Porque es el lugar donde pasamos la mayor parte del día y, por tanto, no estar activo en el trabajo es lo mismo que ser sedentario.

En el lugar de trabajo, debemos hacer todo lo posible para estar activos. Nuevamente, se trata de incluir la actividad física en nuestra rutina diaria de trabajo:

  • Si puede, intente organizar reuniones en un lugar distante. No organice todas las reuniones en la sala de al lado.
  • Evite las reuniones sentadas. Fomenta las reuniones de pie y, si sois menos de 3-4 personas, podéis proponer conversar dando un paseo.
  • Si necesita hablar con alguien, intente ir directamente a su habitación. Evite usar el teléfono todo el tiempo.
  • Identifica las actividades que deberías hacer fuera del trabajo y para las que no tienes un horario establecido (no olvides aquellas actividades que no están estrictamente relacionadas con tu trabajo). En consecuencia, planifica tus acciones para que se distribuyan a lo largo del día. Idealmente, debería tener una razón para levantarse de su silla cada hora.
  • Si sigues un programa de entrenamiento, cuando puedas, haz que coincida con la hora del día en la que esperas ser más sedentario.
  • Si se siente agobiado, aproveche para salir y dar un pequeño paseo. Además de activarse, esto lo ayudará a reanudar las actividades cognitivas de manera más eficiente.

Conclusión

Recuerda que para evitar los riesgos asociados al sedentarismo no basta con hacer deporte, sino que también debemos minimizar el tiempo sedentario, y aquí el gimnasio no puede ayudarnos.

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