Grasa en las caderas: 7 ejercicios para reducirla
Reducir la grasa de la cadera es el objetivo de la mayoría de las personas que desean perder peso. Pero también de quienes se preocupan por su apariencia a través de un estilo de vida activo.
La presencia de grasa en las caderas no está ligada exclusivamente a la nutrición, sino también a la calidad de la actividad física realizada y a factores genéticos.
La grasa de las caderas es uno de los problemas estéticos más habituales, pero afortunadamente se remedia practicando unos hábitos de vida saludables.
7 consejos para reducir la grasa en las caderas
La mejor manera de definir tu cuerpo, perder peso (o mantenerlo) es hacer ejercicio a diario y llevar una dieta equilibrada. Además, estos hábitos de vida saludables pueden ir acompañados de medidas adicionales, como las que exponemos en este artículo.
Exfoliación con café y sal marina
El primer paso para reducir la cintura es realizar una ligera exfoliación de la piel una vez por semana. De esta forma, activarás la regeneración celular, favorecerás la circulación y también combatirás la celulitis y la flacidez.
Para el área que vas a tratar, necesitarás usar un exfoliante diferente a los destinados a la piel u otras partes delicadas. Por ejemplo, puede usar café molido, harina de nuez o avena para frotar suavemente el área con movimientos circulares.
Una vez finalizado el masaje, aclarar con abundante agua y aplicar una buena crema hidratante con un ligero masaje.
Cepillado en seco
El cepillado en seco es una técnica muy sencilla con efectos similares a los del masaje linfático. Se utiliza principalmente para activar el flujo sanguíneo y favorecer la eliminación de líquidos.
Recomendamos hacerlo 2 o 3 veces por semana, utilizando un cepillo de cerdas gruesas. Pero ojo, usar un cepillo de estas características no significa que tengas que frotar con fuerza; pero por el contrario tendrás que hacerlo con mucha delicadeza.
Masaje con aceites
Además del hábito de exfoliar y cepillar la piel, también hay que hidratarla profundamente, para evitar que se reseque.
Con un buen aceite vegetal puedes nutrir la piel y prevenir rollos y estrías (y si las hay, reducirlas). Entre los más recomendados, encontramos el aceite de almendra o coco con unas gotas de aceite esencial de limón, romero y lavanda.
Duchas de contraste para reducir la grasa en las caderas
Las duchas de contraste, que alternan agua fría y caliente, son la mejor forma de activar la circulación, reducir la grasa y mejorar la firmeza y apariencia de la piel. Por tanto, son un excelente consejo natural para eliminar los rollos y reducir la cintura.
Caminar
Caminar es una actividad que puede ayudar a eliminar la grasa de las caderas de forma paulatina. Hay quienes caminan enérgicamente durante 30-40 minutos al día para deshacerse de esos depósitos de grasa antiestéticos.
También puede ser útil combinar los 30-40 minutos de caminata con otros ejercicios, como el yoga, o los 5 tibetanos; pero también zumba o cualquier tipo de deporte.
Entrenamiento cardiovascular
En cualquier entrenamiento para quemar grasa localizada es necesario incluir ejercicios cardiovasculares (el llamado entrenamiento «cardio»). El baile aeróbico, la natación y el ciclismo entrenan las caderas y los muslos, lo que resulta en una reducción de la grasa.
Reduce la grasa de tus caderas con ejercicios de estiramiento y tonificación.
Además de reducir la grasa en las caderas, también se deben realizar ejercicios de tonificación para prevenir la flacidez. Las actividades con pesas, máquinas y bandas son muy efectivas en este sentido. También es importante adquirir el hábito de estirar antes y después de los entrenamientos.
El consejo es centrarse, en particular, en estirar los músculos laterales del cuerpo, con el fin de moldear la silueta y favorecer una mayor elasticidad de la piel.
Dile adiós a la grasa de la cadera
Como ves, con hábitos de vida saludables y unos sencillos trucos puedes reducir la grasa de tus caderas y mejorar tu apariencia física.
La combinación perfecta es combinar la actividad física diaria, una nutrición sana y equilibrada, un buen sueño y el autocuidado en todos los sentidos.