El entrenamiento a intervalos ha sido utilizado por los atletas durante años para mejorar su estado físico. El entrenamiento a intervalos combina ráfagas cortas de alta intensidad con fases lentas de recuperación, repetidas durante una sesión de ejercicios. Una forma temprana de entrenamiento a intervalos, el fartlek (un término sueco que significa juego de velocidad) era casual y no estructurado. Un corredor simplemente aumentaba y disminuía su ritmo a voluntad.
Hoy en día, los atletas utilizan entrenamientos a intervalos más estructurados y entrenamiento a intervalos de alta intensidad (HIIT) para aumentar la velocidad y la resistencia. También se ha demostrado que es beneficioso para las personas con afecciones como la EPOC y el síndrome metabólico.1 Esta variación del entrenamiento a intervalos y el trabajo de velocidad puede ser una rutina simple o sofisticada, pero lo básico sigue siendo el mismo que el entrenamiento original de fartlek.