Es posible que hayas escuchado que las vitaminas son importantes para nuestro bienestar, pero ¿sabías que las vitaminas del grupo B son esenciales para preservar la salud del cerebro y, por tanto, para mantenerlo joven?
Estos nutrientes actúan como catalizadores de reacciones fisiológicas y las reacciones cerebrales no son una excepción. Según los resultados de varios estudios, las deficiencias de vitaminas B6, B9 y B12 pueden dar lugar a patologías cerebrales, tanto durante el desarrollo como en la edad adulta.
Por tanto, estas sustancias son necesarias para la salud de este importante órgano, del que depende el control del organismo. A continuación explicaremos más sobre el tema.
La importancia de la homocisteína
Una de las funciones de estas vitaminas es prevenir la acumulación de homocisteína, una sustancia tóxica que se origina en el metabolismo y que puede enfermar el cerebro si no se elimina correctamente.
La homocisteína es un residuo metabólico producido por el cuerpo. No suele ocasionar problemas graves, ya que el organismo dispone de mecanismos para eliminarlo.
Sin embargo, cuando no se desecha correctamente, puede provocar un bloqueo de los vasos sanguíneos. Este estrechamiento de los vasos dificulta la circulación sanguínea de todo el cuerpo, incluido el cerebro. Por otro lado, la acumulación de homocisteína puede dañar las neuronas.
Para eliminar esta sustancia de desecho es necesaria la intervención de las vitaminas B6, B9 y B12. Su acción es tan importante que una deficiencia aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y la demencia, según un estudio de investigación publicado en la revista Advances in Nutrition.
Prevención de déficits para prevenir trastornos psíquicos
En los últimos años, varios estudios de investigación han encontrado niveles bajos de vitamina B en personas con enfermedades neurodegenerativas. También debemos decir que esta deficiencia también está asociada con la edad.
Recientemente se publicó un estudio que recibió un consenso internacional que concluyó que los niveles altos de homocisteína en sangre (entre un 5 y un 30% por encima de lo normal) representan un factor de riesgo para el deterioro cognitivo y la demencia en las personas mayores.
Para corregir las deficiencias de vitamina B, basta con ingerir regularmente varios alimentos que la contengan en abundancia.
Fuentes naturales de vitaminas B6, B9 y B12.
En las siguientes líneas presentamos algunos alimentos ricos en vitaminas B6, B9 y B12. Consumirlos como parte de una dieta variada, equilibrada y adecuada ayuda a mantener el cerebro joven y sano.
Vitaminas del grupo B: vitamina B6
Se encuentra en carnes blancas (pollo, pavo, codorniz, pato, faisán, etc.), garbanzos, atún, cereales y patatas. Una deficiencia de vitamina B está asociada con el riesgo de depresión, confusión mental y defensas inmunitarias bajas.
Vitamina B9
La vitamina B9 está presente en verduras de hoja verde (brócoli, espinaca, lechuga, remolacha, perejil, berros, etc.) y en alimentos como aguacate, papaya, naranja, legumbres y frutos secos.
Una deficiencia de este nutriente puede causar dolores de cabeza, irritabilidad, cambios de humor, debilidad y dificultad para concentrarse.
Vitaminas del grupo B: vitamina B12
La vitamina B12 está presente en abundancia en pescados, mariscos, huevos y productos lácteos, por lo que las personas veganas pueden sufrir deficiencias de esta vitamina.
Además, existe evidencia de que una deficiencia de esta vitamina puede inducir problemas de memoria, depresión y, en general, puede favorecer el deterioro de las funciones cognitivas. Además, la deficiencia de este nutriente puede favorecer la aparición de anemia.
Incluya vitaminas B en su dieta para preservar las funciones cognitivas.
La dieta mediterránea es ideal ya que aporta cantidades adecuadas de vitamina B. Por este motivo, es una excelente opción para cuidar la salud del cerebro y mantenerlo joven.
Siguiendo una dieta omnívora que incluya cantidades adecuadas de los diferentes nutrientes, mantendrá los niveles correctos de homocisteína. Si, a pesar de comer bien, los niveles de este metabolito fueran anormales, haría bien en contactar con su médico, quien evaluará la posible presencia de un trastorno metabólico.
