Mitos sobre el gluten: ¡comencemos a desacreditarlos!
En la actualidad, el único tratamiento posible para los trastornos relacionados con el gluten es eliminarlo por completo de la dieta. Al mismo tiempo, existe una moda de seguir una dieta sin gluten sin una razón real. ¿Cuáles son los mitos sobre el gluten?
Mucho se ha dicho sobre esta proteína que se encuentra en alimentos como el trigo. Por ejemplo, se piensa que limitar su consumo ayuda a mejorar o adelgazar o que es tóxico para todos. Sería bueno empezar a distinguir las necesidades reales de los mitos sobre el gluten impuestos por el marketing o por rumores.
¿Qué es el gluten?
Primero, puede ser útil revisar. El gluten se compone de dos proteínas principales: gliadina y glutenina (principalmente conocida como gluten).
También hay otras proteínas presentes en otros cereales integrales como el centeno (secalina) y la cebada (hordeína) que tienen características y funciones químicas similares, e interacciones similares dentro del cuerpo.
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Importancia del gluten para la salud y los mitos sobre el gluten inducidos por el marketing
Algunos estudios consideran que estas proteínas son clave en la industria alimentaria. Aportan densidad, elasticidad y permiten la absorción de agua en los productos horneados. También confieren importantes características organolépticas a productos como pastas, carnes, helados y condimentos.
Aunque el gluten tiene múltiples propiedades funcionales, provoca efectos adversos en algunas personas. Los estudios sobre dietas basadas en la exclusión total de estas proteínas han demostrado inequívocamente que el trigo y sus proteínas son capaces de inducir síntomas y trastornos gastrointestinales en algunas categorías vulnerables.
El gluten es una proteína que interactúa con factores genéticos y ambientales. Conocer mejor las interacciones, posibles alteraciones y enfermedades relacionadas nos permite descreer de los mitos sobre el gluten que conducen a diagnósticos no médicos y privaciones dietéticas innecesarias.
Enfermedades vinculadas al consumo de gluten
Los trastornos relacionados con el consumo de gluten son consecuencia de una reacción adversa mediada por el sistema inmunológico y otros mecanismos, como lo subraya una investigación publicada en la revista científica Critical Reviews in Food Science and Nutrition. Entre las enfermedades más comunes recordamos:
Enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad intestinal autoinmune causada por la exposición al gluten y otras proteínas que se encuentran en los alimentos, así como por la interacción de factores genéticos y ambientales. La prevalencia mundial de este trastorno es, según los expertos, solo del 0,5-1%.
A partir de determinantes del complejo mayor de histocompatibilidad, el trastorno es causado por una respuesta inflamatoria al gluten (mediada por citocinas proinflamatorias y linfocitos T especiales), capaz de causar daño intestinal en individuos genéticamente vulnerables.
El daño a la mucosa intestinal incluye la alteración de las vellosidades responsables de la absorción de macro y micronutrientes, con graves consecuencias nutricionales.
El diagnóstico es bastante complejo, ya que la enfermedad celíaca comparte varios síntomas con otras enfermedades. La prueba serológica permite detectar inmunoglobulinas y anticuerpos específicos. En algunos casos, se requiere una biopsia duodenal. Entre los principales síntomas de la enfermedad celíaca encontramos:
- Alteraciones gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea frecuente.
- Alteraciones del crecimiento.
- Dermatitis herpetiforme.
- Delgadez excesiva.
- Amenorrea
Alergia al trigo y otras proteínas.
Es una respuesta mediada por inmunoglobulina de tipo E al consumo de gliadinas insolubles presentes en el trigo. Se estima que el 0,4% de la población mundial es alérgica al trigo; los niños son el grupo más afectado.
Existen numerosos síntomas que pueden confundirse con otros trastornos y enfermedades: vómitos, dolor abdominal, diarrea, hemorragia digestiva, asma, laringitis, rinitis, conjuntivitis, urticaria, edema o hinchazón, dermatitis atópica, reacción anafiláctica. Por tanto, es necesaria una prueba serológica para contar las inmunoglobulinas específicas de alérgenos presentes en el trigo.
Sensibilidad al gluten no celíaca
La definición de este trastorno continúa debatiéndose ya que las consecuencias son insignificantes en comparación con los dos trastornos anteriores. De hecho, no causa daño intestinal permanente. La sensibilidad intestinal ocurre después de ingerir gluten u otras proteínas que se encuentran en el trigo y no está mediada por mecanismos inmunes.
La única forma de mejorar los síntomas de las dolencias descritas y prevenir las deficiencias nutricionales es seguir una dieta libre de gluten. Este plan de alimentación siempre debe ser elaborado por un médico especialista y un nutricionista.
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Dieta y mitos sobre el gluten
Actualmente, la dieta sin gluten (GFD) es muy popular, aunque los productos sin gluten tienen un precio elevado. En primer lugar, cabe destacar que es absolutamente necesario para los pacientes celíacos. En este caso, de hecho, incluso pequeñas cantidades de gluten pueden provocar graves daños en la mucosa intestinal.
La dieta también ayuda a mejorar los síntomas clínicos en pacientes con alergia y sensibilidad al gluten u otras proteínas relacionadas. Para ello es necesario identificar los productos que, por su naturaleza, contienen gluten:
- Granos integrales: trigo, cebada, centeno, espelta, avena.
- Productos de repostería y galletas.
- Pasta.
- Bebidas: cerveza y orgeat.
Pueden contener trazas de gluten:
- Embutidos, embutidos y productos que contengan carne y embutidos.
- Yogures aromatizados y afrutados.
- Quesos procesados.
- Coronilla.
- Conservas de carne y pescado.
- Caramelos y gomitas.
- Sustituye a los dispensadores de café, chocolate y otras bebidas.
- Helado.
- Chocolate.
Para prevenir los trastornos relacionados con el gluten (reales o no), la industria alimentaria ofrece productos que garantizan la ausencia de trazas. Estos están marcados con las palabras «sin gluten».
Tenga cuidado con los mitos y las tendencias del gluten
Si bien es cierto que el gluten puede causar daños a la salud y deficiencias nutricionales en sujetos genéticamente predispuestos, seguir la tendencia sin gluten sin indicaciones médicas puede ser igual de arriesgado.
Algunas escuelas de pensamiento afirman que eliminar el gluten de la dieta promueve la pérdida de peso, lo cual no es cierto. Por el contrario, muchos productos etiquetados como «sin gluten» tienen un alto contenido en azúcares y grasas: un consumo excesivo podría conducir a un aumento significativo del peso corporal.
Según las estadísticas, seis millones de italianos consumen productos sin gluten sin ser intolerantes. Eliminar esta proteína de la dieta puede tener graves efectos sobre la salud intestinal.
En definitiva, si no tenemos los síntomas característicos de la enfermedad celíaca y sin un diagnóstico médico, no recomendamos dar crédito al marketing y cambiar la dieta de forma sencilla.