La hiperfagia proviene del griego, donde hiper significa «exceso» y fago «comer». Es un trastorno en el que el deseo de comer es mucho más fuerte de lo normal. La ingesta de alimentos también está fuera de control.
Por lo general, la sensación de apetito es la necesidad normal de comer cuando el cuerpo lo requiere. En el caso de las personas que padecen hiperfagia, sin embargo, esta necesidad es incontrolable hasta el punto de ingerir enormes cantidades de alimentos.
Esta patología suele ir acompañada de otras complicaciones de salud. En este artículo explicamos qué es la hiperfagia y cuáles son sus principales causas.
¿En qué consiste la hiperfagia?
El apetito es una necesidad fisiológica que nos impulsa a nutrirnos cuando el cuerpo lo requiere. Hablamos de hiperfagia cuando esta necesidad aumenta de forma desproporcionada. En otras palabras, la ingesta de alimentos se vuelve incontrolable.
La persona con hiperfagia tiende a ingerir grandes cantidades de alimentos en una sola comida. Desafortunadamente, estos son a menudo alimentos que no son saludables ni nutritivos.
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¿Cuales son los sintomas?
El síntoma principal es un impulso impulsivo de comer. Esta necesidad aparece en cualquier momento, incluso de noche. El resultado es que la persona come continuamente, incluso fuera de las comidas.
Además de esto, tiende a tragar los alimentos sin masticarlos y prefiere los alimentos grasos o azucarados. Sin embargo, la hiperfagia también se acompaña de otros síntomas.
Las personas con este trastorno a menudo se sienten avergonzadas de su incapacidad para controlarse a sí mismas y también sienten un fuerte sentimiento de culpa. Rara vez se asocia con vómitos inducidos o ingesta de laxantes, la principal diferencia con la bulimia.
En consecuencia, dependiendo de la causa, este aumento del apetito puede provocar sobrepeso y obesidad. Evidentemente, esto afecta la autoestima y la sensación de inseguridad es mucho mayor. La depresión, por tanto, también puede considerarse un síntoma de esta patología.
Otras enfermedades graves como la hipertensión y la diabetes también pueden resultar de esta afección. La hiperfagia está ligada a un aumento de colesterol y triglicéridos que, como todos sabemos, son perjudiciales para nuestra salud cardiovascular.
Comer rápido y mucho, entre otras cosas, también puede causar malestar digestivo. La digestión se vuelve más difícil, algunos nutrientes no se absorben adecuadamente y aumenta el riesgo de deshidratación.
¿Cuáles son las causas de la hiperfagia?
En la mayoría de los casos, la hiperfagia está relacionada con un trastorno psicológico. Las principales causas son la baja autoestima, el miedo o la incapacidad para relacionarse adecuadamente con los demás. Este trastorno, de hecho, suele ser consecuencia de la ansiedad que producen estas situaciones.
De hecho, también puede estar relacionado con un problema específico. Por ejemplo, puede ocurrir en algunas mujeres durante el síndrome premenstrual o afectar a personas con enfermedad de la tiroides o diabetes. Otras posibles causas incluyen:
- Bulimia.
- Diabetes gestacional.
- Algunos medicamentos, como los antidepresivos.
- Hipoglucemia
Todos estos factores alteran los niveles de leptina, la hormona responsable de la sensación de apetito. El resultado es que no es posible distinguir entre la sensación de hambre y la de saciedad.
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¿Cómo contrarrestar la hiperfagia?
Es recomendable consultar a un médico para conocer las posibles causas del trastorno. En caso de que sea el efecto secundario de algunos medicamentos, se prescribirá una nueva dosis o se reemplazará el tratamiento.
Por el contrario, cuando se debe a ansiedad o depresión, lo ideal es iniciar un tratamiento psicológico adecuado, aunque primero se deben descartar posibles causas metabólicas. Para ello, se realizan varios exámenes complementarios.
Primero, los análisis de sangre y orina. También se debe evaluar la salud de la glándula tiroides para descartar una posible afección como el hipertiroidismo.
En conclusión
La hiperfagia es una afección que puede tener muchas causas, desde una enfermedad de la tiroides hasta un trastorno psicológico. No solo causa un problema de sobrepeso, sino que puede desencadenar enfermedades graves, como diabetes o hipertensión.
Por tanto, es imprescindible consultar a su médico para someterse a las pruebas pertinentes. Encontrar la causa y establecer el tratamiento adecuado es fundamental para evitar que el problema empeore.
