Es común que muchas personas se pregunten cuánto queso podemos comer al día. Esto se debe a que debido a su reputación como alimento calórico, rico en colesterol y grasas saturadas, está destinado a desaparecer de muchas dietas.
¿Qué nutrientes ofrece el queso?
El queso es un alimento elaborado con leche y ha formado parte de la dieta humana desde los albores de la historia. La leche se cuaja, se añaden enzimas y se deja madurar.
Según el tipo de leche, los fermentos utilizados y el grado de maduración se obtienen distintas variedades de queso. Los principales aportes nutricionales del queso son:
- Vitaminas A, D y B12.
- Minerales como calcio, fósforo, zinc y magnesio.
- Proteínas de alto valor biológico, con todos los aminoácidos esenciales.
- Grasas saturadas y colesterol.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que la concentración de nutrientes varía en función del tipo de queso del que estemos hablando. Cuanto más añejo es un queso, menos agua contiene y, por tanto, mayor es la concentración de nutrientes: más vitaminas y minerales, pero también más colesterol y grasas.
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El principal miedo a comer productos lácteos: calorías y grasas.
Es cierto que el queso es un alimento muy calórico y que muchas de sus variedades contienen colesterol y grasas saturadas. Esto lo ha convertido en un candidato perfecto para ser eliminado en la dieta de quienes quieren adelgazar o que tienen niveles elevados de colesterol en sangre.
De hecho, algunas personas que quieran adelgazar o que, por cualquier motivo, necesiten mantener su dieta bajo control, deben consultar a su médico o nutricionista. Por tanto, en todos los asuntos de salud, los cambios dietéticos deben ser consultados con un profesional.
No obstante, es necesario evaluar un alimento en su totalidad y complejidad y dejar de enfocarse solo en ciertos nutrientes en particular. En este sentido, en los últimos años nuevas evidencias científicas han aportado datos recientes sobre el consumo de queso. Los resultados reconsideraron la cantidad de queso que podemos comer por día.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
En 2019, la revista Advances in Nutrition publicó un artículo que examina nueva evidencia científica sobre el consumo de queso y productos lácteos y su relación con diferentes parámetros de salud. Entre las conclusiones se destacó:
Además, también se especificó:
Las personas con insuficiencia renal crónica o síndrome nefrótico deben controlar la cantidad diaria de sal. Y, aunque no parece tener mucha influencia sobre la presión arterial, las personas con hipertensión deben consultar a su médico «.
En la misma publicación, otro artículo destacó:
Entonces, ¿cuánto queso podemos comer al día?
Si bien podemos comer queso todos los días, es importante saber que no es un elemento básico de la dieta. Esto significa que no podemos equipararlo con verduras, legumbres, frutas o huevos, ni siquiera como fuente de vitaminas o calcio. En consecuencia, ni siquiera es un alimento que podamos comer a voluntad.
Si bien no sucede nada si eliminamos el queso de nuestra dieta, consumirlo dentro de las cantidades recomendadas no necesariamente causa problemas de salud. Destacamos, siempre que esté dentro de las cantidades recomendadas.
Como ocurre casi siempre en nutrición, la respuesta a la cantidad de queso que podemos comer al día será depende. Las recomendaciones dietéticas individuales pueden variar de las generales. Sin embargo, es posible establecer una cantidad aproximada y aceptable.
En el caso de quesos blandos o más añejos, una ración recomendada sería de entre 40 y 50 gramos diarios. Esto equivale a dos cuñas o rodajas, aproximadamente, ya que cada una de ellas suele pesar unos 20 gramos.
Si, por el contrario, hablamos de quesos frescos, se pueden consumir hasta 100 gramos al día. Este es el caso de la mozzarella, ricotta, quark o mascarpone. Esto equivale aproximadamente a media taza. El queso fresco se suele vender en pequeñas porciones de unos 75 gramos cada una. Esta medida también servirá como referencia.
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Consejos para un mejor consumo de queso
- Opta por los quesos tradicionales. ¿Qué se entiende por tradicional? En el caso de los quesos, nos referimos a los que se elaboran con sus ingredientes básicos: leche, fermentos lácticos, sal y cuajo. Entre estos podemos encontrar gouda, camembert, feta, brie o gorgonzola.
- No es necesario elegir quesos sin grasa o los llamados quesos ligeros. Si queremos reducir la grasa, podemos optar por ricotta o queso fresco que tienen menos grasa de forma natural porque son más ricos en agua.
- Tenga cuidado con los quesos procesados, los quesos en lonchas o para untar. Esto se debe a que a menudo se elaboran con otros ingredientes secundarios como la proteína de la leche, la mantequilla o el almidón.
- Los quesos con más sodio son por ejemplo el roquefort, el parmesano, el queso azul, el edamer y el camembert. Es importante no abusar de él para no aumentar la ingesta diaria de sodio, muy por encima de lo recomendado en las dietas modernas.
Por tanto, cuando se trata de queso podemos decir que, aunque no sea imprescindible ni prioritario en la nutrición, tampoco es enemigo de una dieta saludable. ¡Cuida tu nutrición con una dieta variada y equilibrada!
