Es fundamental adoptar buenos hábitos de higiene alimentaria para evitar el deterioro de los alimentos y posibles intoxicaciones. Al cuidar el almacenamiento y manipulación de los productos, nos aseguramos de que no pierdan sabor durante los procesos.
Por otro lado, se previene el crecimiento de microorganismos patógenos que podrían causar trastornos intestinales. ¿Qué necesitas saber al respecto? Hablamos de ello en las siguientes líneas.
Cómo mantener buenos hábitos de higiene alimentaria
Te contamos cuáles son los hábitos más importantes desde el punto de vista higiénico para preservar la calidad y salubridad de los alimentos.
1. Limpieza
Es fundamental limpiar los ingredientes y utensilios que se utilizarán durante la manipulación. Por lo tanto, las manos deben lavarse antes de entrar en contacto con alimentos.
Incluso los cuchillos y cubiertos deben estar completamente limpios, y es preferible que se laven con agua caliente para eliminar los restos de comida y las bacterias.
2. Cocinar
Otro factor importante a la hora de la higiene de los alimentos es la cocción. Las altas temperaturas sirven para mejorar el sabor de las preparaciones y para eliminar las bacterias presentes.
Como se explica en una publicación de la revista médica Epidemiology and Infection, el calor se usa en la industria para mejorar el almacenamiento de alimentos, y la cocción puede realizar esta función a la perfección.
Sin embargo, debe tener cuidado con el sobrecalentamiento de la comida. Una vez es más que suficiente para que el producto no pierda calidad y para evitar el crecimiento de cualquier bacteria que haya quedado en estado latente.
Otro punto crítico es la cocción de las carnes. La tendencia a dejarlos un poco crudos por dentro puede resultar peligrosa si no se determina su calidad u origen.
La carne debe estar cocida a la perfección, no debe quedar roja por dentro. De esta forma garantizamos la perfecta seguridad alimentaria de los preparados a consumir.
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3. Almacenamiento en frío
Un punto crítico en la higiene alimentaria es la conservación de los alimentos. Esto debe suceder siempre a bajas temperaturas cuando se trata de alimentos perecederos o con riesgo microbiológico.
La congelación ayuda a eliminar algunos organismos patógenos como el anisakis de los peces. Sin embargo, simplemente almacenar alimentos en el refrigerador mejora en gran medida su vida útil y reduce los riesgos.
Hay que tener en cuenta que, mientras se descongelan los productos, es recomendable no dejarlos a temperatura ambiente, en cambio es preferible descongelarlos en el frigorífico. Por lo tanto, es posible prevenir el crecimiento de organismos latentes en los alimentos y prevenir la intoxicación.
4. Cuidado con las salsas
Las salsas son productos que suelen crear problemas desde el punto de vista de la higiene alimentaria. Su almacenamiento suele ser un procedimiento delicado que no siempre se realiza correctamente. Nunca debes dejar una salsa a temperatura ambiente y mucho menos si tiene algún ingrediente como huevo o tomate.
A menudo son un terreno fértil para el crecimiento de bacterias que pueden ser dañinas para los humanos. Es recomendable conservarlos en el frigorífico a bajas temperaturas y no consumir frascos que hayan estado abiertos durante 3 días.
La intoxicación por salmonela y el botulismo ocurren anualmente como resultado de prácticas deficientes de almacenamiento de salsa, como se indica en un estudio publicado en la revista Poultry Science.
5. Buenos hábitos de higiene alimentaria: no mezcle los alimentos
Es muy importante mantener separados los alimentos crudos y cocidos. De lo contrario, las bacterias podrían migrar y contaminar las preparaciones culinarias, causando problemas.
Es recomendable almacenar los alimentos en recipientes con tapa para evitar una posible contaminación. Además, esto mejorará su conservación y evitará la pérdida del gusto o el olfato.
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6. Cada estante del refrigerador tiene sus usos
Los frigoríficos suelen tener varios estantes y compartimentos para almacenar diferentes tipos de alimentos. La forma en que se realiza la distribución suele estar representada mediante dibujos, y corresponde a la forma en que se distribuye el frío por toda la cabina.
El cumplimiento de estas pautas mejorará la conservación de los alimentos, ya que no todos deben almacenarse en las mismas condiciones de humedad y temperatura.
Los cajones, por ejemplo, suelen estar destinados a almacenar frutas y verduras o alimentos frescos. Sin embargo, los primeros estantes suelen ser más adecuados para los productos lácteos.
Mantener buenos hábitos de higiene alimentaria para mejorar la salud.
Estas medidas aseguran una adecuada higiene de los alimentos lo que ayudará a prevenir posibles intoxicaciones por consumo de alimentos en mal estado. Además de eso, mejorará el sabor de sus productos en conserva.
