Eliminar las grasas de su dieta es un error común cuando se sigue una dieta para adelgazar. Esta es una creencia bastante extendida y aceptada por algunas escuelas de pensamiento centradas en desintoxicar el cuerpo.
La idea de que el sobrepeso y la obesidad están relacionados con el consumo de grasas existe desde hace mucho tiempo. Por ello, en este artículo aclararemos si realmente es necesario eliminar las grasas de la dieta y hablaremos de su papel en el organismo.
Eliminar las grasas de tu dieta: ¿son importantes o no para el organismo?
Primero, debes saber que las grasas son macronutrientes que aportan 9 kcal / g. Esto significa que tienen el doble de calorías que los carbohidratos y las proteínas, que solo aportan 4 kcal / g. Sin embargo, son esenciales para el organismo, ya que realizan funciones vitales como:
- Son la principal fuente de reserva energética.
- Aseguran la protección de algunos órganos.
- Forman parte de las estructuras celulares.
- Regulan las hormonas.
- Contribuyen a la absorción y movilización de vitaminas (A, D, E, K).
- Mejoran el sabor de la comida.
Por lo tanto, las grasas juegan un papel extremadamente importante dentro del cuerpo. De esto se deduce que eliminarlos afecta negativamente a la salud.
Entonces, ¿no puedes eliminar las grasas de tu dieta?
Las grasas, tan odiadas por quienes quieren adelgazar, son esenciales para el organismo, ya que participan en diversas funciones fisiológicas.
Según los expertos en nutrición, «los lípidos son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema nervioso, la piel y el sistema cardiovascular».
¿Qué le sucede al cuerpo cuando se elimina la grasa de los alimentos?
Aunque las grasas han sido demonizadas durante mucho tiempo, y son las primeras en ser penalizadas dentro de un régimen de adelgazamiento, no debemos olvidar que son un nutriente sumamente importante y que no pueden ser excluidas de ningún programa dietético.
Puede sonar extraño, pero un consumo insuficiente de grasas puede dificultar la pérdida de peso, especialmente en el abdomen. Pero este no es ciertamente el efecto más grave de la deficiencia de grasa, que puede ser perjudicial para el rendimiento físico y mental.
Si pensaba que renunciar a la grasa era la clave del éxito de la dieta, las siguientes razones demostrarán lo contrario.
1. Eliminar la grasa aumenta el hambre
Si no consumimos cantidades suficientes de un determinado macronutriente, querremos conseguirlo en otra parte. Aquellos que no consumen cantidades adecuadas de grasas compensan las calorías aumentando el consumo de carbohidratos.
También hay que señalar que el consumo de lípidos estimula la sensación de saciedad, como se indica en el estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition.
2. El corazón sufre
Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine mostró que la dieta mediterránea, que proporciona una ingesta moderada de grasas, ofrece mayores beneficios en términos de salud del corazón y del sistema nervioso que una dieta baja en grasas o sin grasas.
Las grasas monoinsaturadas aumentan los niveles de colesterol bueno en el cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas y otras enfermedades degenerativas.
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3. Carencia de vitaminas
Las vitaminas A, D, E y K se absorben junto con las grasas. Esto significa que se asimilan disolviéndose en ellos. Una vez distribuidas por todo el cuerpo, las vitaminas se almacenan en el hígado y el tejido graso para su uso a largo plazo.
Cuando el consumo de grasas es insuficiente, dicha absorción no puede tener lugar y se reducen los niveles de vitaminas almacenadas en el cuerpo.
4. No es bueno para el cerebro
Varios estudios neurológicos han demostrado que la dieta mediterránea, que incluye grasas saludables como el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado, conserva la memoria y reduce el riesgo de enfermedades cognitivas.
Esto se debe a que las grasas se encuentran entre los principales componentes de las membranas de las neuronas y de la mielina, una capa que recubre los nervios y permite la actividad sináptica.
Las grasas son nutrientes esenciales
En resumen, excluir las grasas de la dieta puede comprometer la salud general del cuerpo. Los estudios al respecto insisten en la idea de que no es el consumo de grasas en sí, sino su calidad, lo que tiene un efecto negativo. Debemos optar siempre por las más saludables y evitar las grasas trans que dañan la salud.
