¿Es la dieta alcalina segura para la salud?
La dieta alcalina está de moda desde hace algún tiempo. ¿Qué hay de cierto en los principios en los que se basa esta dieta? ¿Es seguro para la salud? Las controversias en torno a este modelo nutricional son bastante numerosas.
Hay quienes le atribuyen propiedades casi mágicas, como la capacidad de curar enfermedades como el cáncer. El asunto no parece haberse aclarado del todo, por eso en este artículo queremos explicarte todo lo que necesitas saber sobre la dieta alcalina.
¿Qué es la dieta alcalina?
Para comprender el principio en el que se basa esta dieta, primero necesitamos saber cuál es el pH del cuerpo. Con el término pH nos referimos al potencial de los iones de hidrógeno, que se mide en una escala de 0 a 14 y se usa para medir la acidez o alcalinidad de un ambiente interno o una solución.
- 0 a 7 es ácido.
- 7 es neutral.
- 7 a 14 es básico o alcalino.
La dieta alcalina se basa en la teoría de que las enfermedades se desarrollan en un ambiente ácido (es decir, con un pH bajo). Para prevenirlos, por tanto, es bueno «alcalinizar» nuestro organismo, es decir, aumentar su pH. Según sus partidarios, esto podría lograrse a través de la nutrición.
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¿Cómo funciona la dieta alcalina?
La hipótesis detrás de esta dieta es que la nutrición cambia el pH de los fluidos corporales. En otras palabras, altera la acidez o basicidad de la sangre, la orina y todos los fluidos de nuestro cuerpo.
Por tanto, la dieta alcalina excluye alimentos como los productos lácteos, la carne, el pescado, los huevos y los cereales. Alimentos que, según la dieta, producen «cenizas ácidas». En cambio, incluye frutas y verduras, a excepción de los arándanos y las ciruelas.
¿Qué dice la ciencia sobre esta dieta?
Según algunos fisiólogos partidarios de esta dieta, un ambiente ligeramente alcalino podría ofrecer diversos beneficios al organismo. La literatura científica, sin embargo, refuta esta afirmación.
Un artículo publicado en la revista Osteoporosis International sostiene que no es posible alterar el equilibrio ácido-base de la sangre, que permanece prácticamente invariable.
1. Relación con el cáncer
A pesar del apoyo de que goza la dieta alcalina, solo hay un estudio observacional sobre su supuesta relación con la prevención y el tratamiento del cáncer. Sin embargo, el estudio en cuestión no ofreció datos que sustenten esta tesis.
A falta de evidencia, podemos decir que los principios de la dieta alcalina no tienen base científica. Por tanto, el Instituto Americano de Investigación del Cáncer (AICR) concluyó que la dieta alcalina no es aconsejable.
3. Relación con la osteoporosis y la salud ósea
La dieta también promete varios beneficios con respecto a la salud ósea. Según los principios en los que se basa, para reducir la acidez de la sangre (que, como ya hemos visto, no es posible), el organismo utiliza calcio de los huesos. Como resultado, los alimentos ácidos se asocian con menos calcio y mayor osteoporosis.
Un estudio publicado en 2009 sostiene que, aunque un mayor consumo de proteínas aumenta la secreción de calcio, el calcio en realidad no proviene de los huesos, ya que no existe un desequilibrio en los niveles de calcio del cuerpo. Por lo tanto, seguir una dieta ácida no promueve una menor densidad ósea.
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La dieta alcalina no mejora la salud
El cuerpo humano es extremadamente eficiente en la regulación del pH de la sangre: de lo contrario, estaríamos expuestos a graves dolencias. Por tanto, no es posible alterar el pH de la sangre mediante la dieta alcalina; en cambio, es posible alterar el pH de la orina.
Aunque la dieta en cuestión promueve el consumo de alimentos saludables como verduras y hortalizas, no cuenta con evidencia científica que acredite sus principios.
Algunos grupos de alimentos excluidos de esta dieta ofrecen numerosos beneficios, por lo que deben incluirse en un estilo de alimentación saludable.
Para concluir, recuerde siempre que si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.